Tratado del Amor
El amor más que un sentimiento, es algo
que toma, que agarra con fuerza toda nuestra vida y por eso luego se expande
desde nosotros hacia los demás.
El amor no quita la pena o el dolor, pero
los abraza y los transforma en paz interior. Tener amor es tener la felicidad,
la felicidad completa.
Nadie puede vivir sin alguien que los ame,
pero es importante tener en cuenta más el amor Divino que el amor humano.
Porque todo perece menos Dios, el Dios de amor, Él nos creó por amor, creo cada
pájaro, cada flor por amor a nosotros para que nosotros lo disfrutemos. Dios es
amor, es su esencia, su naturaleza, y rige todo el mundo con amor, por eso
aunque veamos cosas horribles que nos quitan la paz, no nos olvidemos nunca que
Dios en sus designios, sabe perfectamente lo que hace o permite que suceda.
El Espíritu Santo revolotea toda la faz de
la tierra, dando sus siete dones por amor a nosotros, no permitamos nunca no
ser dignos de recibir sus Gracias por nuestra falta de amor. Existen dos cosas
el amor y la maldad, pero siempre triunfa el amor, aunque el odio sea muy
grande, pero tan grande que parece que no hay lugar para el amor, éste triunfa
igual, lo mismo que en toda la
Historia de la Humanidad.
Jesús , Nuestro Señor nos vino a recordar eso, desde su
Nacimiento, hasta su Pasión y Muerte, todo absolutamente todo fue por Amor a
nosotros, a cada uno de nosotros, sin distinción de raza , de religión, de
sexo.
En nuestra vida hemos pasado y pasaremos,
una cantidad de cosas contrarias al amor, pero no nos preocupemos, el amor
siempre triunfa.
2- El amor es alegría, porque sabemos por
Nuestro Padre Celestial, que todo lo que hagamos nos saldrá bien, y esta
alegría es contagiosa, mientras más amamos más alegría, para nosotros y para
los que nos rodean y así se van armando cadenas de amor y de alegría alrededor
de todo el mundo.
El amor también exige sacrificio, por
nuestros seres queridos y por los que son nuestro prójimo, pero Jesús Nuestro
Señor dijo “mi yugo es suave y mi carga liviana”, así que no tengamos temor en
sacrificarnos, siempre seremos pagados con amor.
El miedo y el temor son expulsados por el
amor, donde hay amor no hay temor, así que cuando tengamos miedo pongámonos en
las manos de Nuestro Señor Jesucristo y Él con su amor nos consolará.
3- El amor siempre va acompañado con pena
o dolor, pero no temamos , Jesús dijo “ su cruz nunca superará sus fuerzas”,
aparte tenemos que tener bien presente que después de cada pena o dolor, viene la Resurrección ,
exactamente como ocurrió con el Señor Jesús, así ocurre con nosotros también.
Por eso no le temamos a la pena o al dolor porque éstos tendrán su gran
recompensa. Seremos consolados por Dios aquí en la tierra y tendremos por
herencia la Vida Eterna ,
así que ¡¡ Ánimo, confía en el Señor!!
4- Tenemos que amar a nuestro prójimo, sin
excepción alguna, especialmente a nuestros enemigos como dijo el Señor Jesús, y
así iremos al Cielo.
Es difícil entrar al Cielo, pero si hemos
amado en esta tierra sin ninguna duda conseguiremos el Reino de los Cielos y además
recibiremos consolación de parte de Nuestra Madre del Cielo enviada por el
Señor Jesús.
Tenemos que tener en cuenta que Nuestra
Madre es mediadora de todas las Gracias, o sea que no hay Gracia que provenga
de Dios, que no pase por sus Manos y así son otorgadas a la tierra, a nosotros.
5- Pero antes que nada ni nadie debemos
amar a Dios sobre todas las cosas , con todo nuestro corazón, con toda nuestra
alma y con todas nuestras fuerzas. Pero no debemos amarlo así nomás, sino que
tenemos que tener en cuenta que el Creó el Paraíso Terrenal, creó a nuestros
Primeros Padres Adán y Eva, o sea que nos creó a nosotros, a todos nosotros ya
que descendemos de Ellos. Además dio la más grande muestra de amor al entregar
a Su Hijo a la muerte, pero Él venció a la muerte , al pecado y al demonio ¡Qué
más grande muestra de amor podemos pedir!
6 – El amor que nos debemos unos a otros,
debe ser cálido, de comprensión, de estima, cariñoso y ayudando siempre al más
necesitado.
El amor en la familia debe ser un amor de
comprensión de entrega entre los esposos y especialmente cobijar de amor a los
niños que van llegando al hogar, para hacerlos hombres y mujeres de bien cuando
sean adultos. Los padres no deben discutir delante de sus hijos, porque eso los
hace débiles a éstos e inseguros para su vida futura, los llena de miedos y los
paraliza al momento de tomar decisiones.
7 – Los religiosos empezando por el Santo
Padre y siguiendo por los Cardenales y los Obispos, Sacerdotes, Monjes, Laicos
Consagrados deben ser la expresión viva del amor de Dios con sus feligreses,
deben ser humildes, simpáticos, acogedores para atraer más fieles a la Iglesia Católica.
Papa significa el Siervo de los Siervos de
Dios y si el Papa ama con esa humildad, como nosotros no vamos a amarnos los
unos a los otros con humildad de siervo, siervo significa servidor, sirviente y
así debemos amar nosotros como sirvientes a disposición de los demás y por
supuesto del Padre del Cielo.
8 – Nosotros amamos a Dios por medio de
nuestras acciones y oraciones, lo mismo que a nuestro prójimo.
Me recuerda cuando Jesús el Señor antes de
tomar una decisión importante se iba a algún monte a orar con su Padre, así
también nosotros debemos darle especial importancia a la oración, hay varios
tipos de oración, la oración oblativa en la cual nosotros nos ponemos a
disposición de la Voluntad
del Padre y la oración de intercesión por medio de la cual pedimos al Padre por
los demás, también está la oración de súplica por la cual le pedimos algo al
Señor Jesús para nosotros, luego está la oración por medio de la cual
descansamos acogidos por el Padre, como niño en brazos de su madre.
9 – La Fe perece en el Reino Celestial, así como también
la Esperanza ,
solo reina el Amor. El Amor es imperecedero y va desde nuestros corazones hacia
Dios donde viviremos y existiremos siempre por toda la Eternidad. El Amor como dice
San Pablo, es servicial, todo lo soporta, todo lo cree, confía plenamente en
Dios y quién tiene Amor no tiene miedo, porque el Amor ahuyenta al temor, es
paciente o sea que si amamos tenemos una paciencia Divina para la vida en esta
tierra, el Amor no es envidioso, no hace alarde ni se envanece, no procede con
bajeza, ni busca su propio interés, no se irrita, no tiene en cuenta el mal
recibido, no se alegra con la injusticia, sino que se regocija con la verdad.
El Amor todo lo disculpa, todo lo soporta, todo lo espera. Y para terminar como
dice San Juan “Dios es Amor”.
Fin
ADRIÁN PRUNOTTO