.Entrevista
a María Santísima
Era una siesta otoñal, yo
estaba en medio de las sierras, con las nubes arriba mío arremolinadas de un
color rojizo y el cielo límpido y
completamente azul, parecía la siesta de Dios y yo estaba tirado en el pasto verde
con algunas florcillas silvestres, de color amarillo y violeta, que se movían
plácidamente con la brisa de las sierras, me sentía en el Cielo.
Cuando de repente desde los
arreboles veo venir hacia mí una Doncella,¡ Era la Virgen María! No lo podía creer
y comencé a tener miedo, era lógico yo solo en medio del campo y de repente
tengo una videncia sobrenatural.
La Santísima
Madre
me consoló con sus tiernas palabras “No temas Adrianito, soy Yo,( cómo les
había dicho Jesús a sus Apóstoles, cuando se les apareció, caminando sobre las
aguas) la Inmaculada Concepción
y vengo desde el Cielo para que me entreviste así la gente me conoce más a Mí y
a Mi Hijo”
Pero Querida Madre, yo no soy
periodista, no sé entrevistar a nadie. Y ella me dijo “ Adrianito, no hace
falta ser docto sino humilde y he encontrado en ti esa humildad, así que cuando
quieras empezamos” ¿“Estás bien? “ Sssi Santísima Madre, Sus palabras llenaron
de Paz mi alma y a la vez me dieron fuerzas para realizar esta entrevista.
Disculpe, Madre Querida, pero mis preguntas van a ser muy elementales.” No
importa la ciencia sino la fe” “y tú la tienes”. Gracias Madre Querida del
Cielo, ahora empiezo.¿ Es cierto que fuiste Inmaculada desde tu concepción? Si,
es cierto al igual que Mi Hijo y San Juan Bautista.¿Fuiste hija única o tuviste
hermanos o hermanas? No, fui hija única de una familia pobre, mis padres
Joaquín y Ana se desvivían para darme lo mejor y que fuera feliz, tenía
amiguitas que eran todas muy buenas conmigo. Y eramos pobres a pesar de ser
descendientes del Rey David, pero eso no nos importaba, lo importante era el
amor que nos teníamos entre todos.
La
Madre
seguía flotando en el aire mientras contestaba mis preguntas y yo por supuesto
de pie y con una notebook, transcribía
mi diálogo con la Virgen María,
me parecía que estar de pie era lo correcto, para no faltarle el respeto a tan
Gran Señora. Pero Ella me dijo “Adrianito, recuéstate en el campo asi estás
cómodo con tu computadora, no me faltas el respeto si te recuestas en el campo”
“así solía recostarme yo en los campos de Nazaret, jugando con mis amigas”.
Gracias Madre Santísima, voy a estar mucho más cómodo, le dije yo.
Cuénteme Gran Señora algo más
de su familia y ella se puso triste y continuó.”Antes que cumpliera los quince
años, mi padre Joaquín falleció , así que nos quedamos solas mamá y yo, fue mi
primera gran tristeza, pero la sobrellevé, con la ayuda de Dios, al igual que
Ana mi madre.
Cuéntame Madre a que edad te
comprometiste con José, ese varón Justo “A los quince años, yo era muy chica
para estos tiempos, pero era lo normal en mi época. Me comprometí con José,
Varón Justo, como tu bien dijiste y también descendiente de la familia del Rey
David, por supuesto no teníamos relaciones hasta el casamiento, José era
buenmozo , a mi me gustaba porque era un hombre bueno, lleno de paz y eso iba a
ser muy importante para los años de convivencia. Y Madre ¿Qué sintió en la
anunciación del Ángel? Bueno Adrianito, te lo contaré todo. , era la tarde y
mamá estaba preparando la comida, yo estaba orando en mi habitación, recitando
los salmos y de repente entra una luz inmensamente clara a mi dormitorio y era
el Arcángel San Gabriel y me dijo que iba a concebir un niño en mi seno y yo le
pregunté, cómo puede ser esto si yo no tenía relaciones con ningún hombre y la
verdad era que estaba asustada, el Arcángel me dice que no tema, que el niño
era Hijo del Altísimo, y que es Espíritu Santo me cubriría con su sombra y así
concebiría , también me dijo que mi prima hermana Isabel estaba embarazada de
seis meses, ella que ya era anciana, porque no hay nada imposible para Dios y
me dijo que le ponga a mi niño por nombre Jesús, ya que sería el Salvador de
todas las naciones. Y yo contesté, qué se haga en mí según lo que has dicho y
Arcángel se retiró. Y mi miedo del principio se transformó en un gozo inmenso,
corrí a contarle a mamá y ella se alegró muchísimo por mí. Pero yo también
sabía en lo profundo de mi corazón , y esto te lo cuento como una confidencia,
que empezaba el camino del dolor para mí y para mi Hijo, pero yo guardaba todas
estas cosas para meditarlas en mi Corazón.
Ay, Madre querida me dá mucha
pena lo que me cuentas, hay algo que no entiendo porqué el gozo tiene que ir
mezclado con el sufrimiento.
En toda vida Santa, mi
querido Adrianito, el gozo va junto con el dolor y el sufrimiento, sino no
puedes ser Santo ¿Quiéres ser Santo? Si respondí yo, por supuesto Madre,
entonces- continuó ella aprende la ciencia del dolor en tu vida y entrega tus
dolores y sufrimientos para quienes más lo necesitan, las almas del Purgatorio,
los agonizantes, los pobres de espíritu y de dinero, etc., etc. etc., tienes
tantas personas para quiénes ofrecerlo ya las mociones de Mi Hijo en tu alma te
harán saber para quienes ofrecerlo.
Gracias Mamá del Cielo, ahora
quiero preguntarle que me cuente algo sobre la visita a su prima Isabel.” Como
no mi querido hijo, Isabel vivía en Judea como a unos ciento setenta kilómetros
de Nazaret en un pueblo llamado Al Karim Apenas sentí las palabras del Arcángel de su
embarazo, allí nomás sin dudarlo decidí ir a visitarla para ayudarla en su
parto. Entonces me preparé, me despedí de mi madre tan querida y le dije que
unos tres meses iba a estar de vuelta a ella se le caían lágrimas de los ojos,
lo cual me entristeció, pero el Señor mi Dios, nos ayudó a las dos y nos
separamos por primera vez en la vida, allí me estaba esperando José con un
burrito para unirnos a las caravanas que iban hacia el lugar de Isabel y nos
pusimos en camino, hizo mucho calor en todo el viaje y al llegar a la casa de mi
prima, ella salió a mi encuentro y me dijo- Bendita tu eres entre todas las
mujeres y bendito el fruto de tu vientre, apenas mi hijo sintió tu presencia, saltó de gozo en mi
vientre, no merezco que tu vengas a visitarme y allí canté el Magníficat. Me quedé
tres meses con Isabel y después con el bueno de José, entramos en otra
caravana, que nos llevaría a Nazaret.
Al llegar a nuestro poblado,
me abrazé con mamá y le conté todo lo pasó en casa de Isabel, mamá estaba tan
alegre que no cabía en sí de la emoción y yo también por supuesto pero por otro
lado empecé a sufrir por José, debido a mi embarazo, pero se lo entregaba todo
al Señor, mi Padre, El de alguna forma, así como hizo el anuncio por medio del
Arcángel, arreglaría las cosas con José y así sucedió, dado que José no quería
que fuera lapidada dado lo bueno que era, decidió abandonarme sin decir nada y
cuando se había ido en sueños se le aparece el Arcángel, y le dice que no tema
en tomarme por esposa, dado que lo que fue engendrado en mí era obra del Espíritu
Santo, entonces José con alegría me tomó por esposa, guardando total castidad
en nuestro matrimonio.
Luego llegó un Decreto del
Emperador Augusto, que nos obligaba a censarnos en el poblado de origen del
padre de familia y como José y Yo eramos descendientes de David, el pueblo de
origen de David era Belén,¿te estoy aburriendo un poco mi querido Adrianito ¿
No para nada mi Madre Santísima, veo y recién me doy cuenta cuanto dolor y gozo
juntos, hay en su vida Gran Señora, por otra parte yo estoy aquí extasiado al
Verla a Usted, Madre querida y encima contándome de su vida ¡Qué privilegio que
tengo!¡ Gracias Madre por dejarme pasar esta tarde con Tan Gran Señora,
Gracias, gracias de todo corazón! Quieres que continúe, dijo la Santísima Virgen,-
o si por favor Madre del Cielo, La amo.
Y la Virgen continuó- Así que
partimos hacia Belén, en una de las caravanas que viajaban a Jerusalén ya que
quedaba muy cerca de la ciudad de David y viajamos José y yo embarazada de
nueve meses, tenía contracciones pero yo sabía por las Sagradas Escrituras que
el Rey de los Judíos debía nacer en Belén, así que iba confiada en mi Dios y
Señor, no tenía de que preocuparme, el bueno de José al llegar a Belén comenzó
a buscar posada, pero no consiguió y me dijo con tristeza en el rostro, no hay
albergue para nosotros y salió una mujer de una posada y nos dijo hay un
establo con paja fresca para tener al bebé que viene en camino, así que José me
miró y me hizo una seña como diciendo, no hay más remedio, yo le dije confiemos
en el Padre, Él todo lo hace bien .
Entonces allí dí a luz a
Jesús, el Salvador de la
Humanidad, el Hijo de Dios entre un buey y un burrito, los
cuales le daban calorcito con sus expiraciones y vinieron a verlo unos pastores, que estaban cuidando
ovejas en los aledaños y tres Reyes Magos de Oriente, que le hicieron tres
regalos a Jesucito, oro por la realeza, incienso por la Santidad y mirra para su
sepultura, como ya te dije antes Adrianito
yo sabía desde el momento de la concepción del gran papel que iba a jugar
el dolor y el sufrimiento, en mi vida y en la de mi Hijo principalmente, por
supuesto que también estaban el gozo y la alegría por haber dado a luz al Hijo
del hombre.
CAPÍTULO II
Adrianito ¿Quieres comer
algo? No importa Madre Santísima- Pero tienes hambre, insistió la Virgen- Y sí un poco dijo
Adrián, pero en medio del campo no tengo donde ir a comprar algo para comer- No
te preocupes, dijo la Madre,
comerás Pan del Cielo, y en ese momento empezaron a caer como copos de nieve,
cada vez más intensos y más grandes, Yo no sabía que hacer, es el mismo Maná
que les dío mi Padre del Cielo a los israelitas, cuando estaban muertos de
hambre, ¡anda come hasta saciarte! Entonces yo empezé a comer y era tan pero
tan rico, que parecía budín de frutillas, comí y comí mucho hasta saciarme,
como dijo la Madre Santísima,
cuando había terminado de comer, Ella me dijo, bueno mi querido Adrián hasta
mañana a la misma hora, pero por favor no cuentes a nadie que me has visto y lo
del Maná, mañana a las tres de la tarde estoy por aquí de nuevo, gracias por
escuchar y escribir mis palabras, gracias. No gracias a Ti Madre Hermosa,
mañana la espero, con todo el Maná me alcanza para dos días, gracias Ma… y La Señora había desaparecido.
Pero yo al fijarme dónde se apareció la Madre y era ahora un lugar lleno de flores, de
toda clase, rosas de todos colores, tulipanes , margaritas, lirios,
pensamientos, corales, claveles,
azucenas, orquídeas etc. era un jardín repleto de hermosura, belleza y suavidad.
Yo agarré mi notebook
Y me puse a repasar todo lo
escrito y me parecía increíble que yo estuviera hablando con la Santísima Virgen,
después de leer todo y corregir las faltas de ortografía, me dormí
profundamente en el pasto hasta el otro día a las diez, me levanté comí un poco
de Maná y fui a asearme en el arroyo que pasaba calmo por ahí cerca. Todavía
seguía eufórico de la emoción de hablar con tan Gran Señora, justo pasaba cerca
de mí un baqueano, le pregunté cómo se llamaba y me dijo Rafael y también me
dijo que todo lo que necesitara lo iba a encontrar en su casa, al otro lado del
arroyo, yo no había visto ninguna casa al otro lado del arroyo, pero sería que
estaba tapada por los arrayanes , muchas gracias, muy amable le respondí yo y
él me contestó de nada y te espero. Me encantó tener gente cerca , para
charlar, pero había algo raro ¿Cómo no se dio cuenta del Maná, esparcido sobre
el piso, el cual yo seguía comiendo? Yo comenzé a hablar con Dios, en un
sentido metafórico, a orar era lo correcto y mis palabras eran solo de agradecimiento
por tener la Presencia
en cuerpo y alma de María, después recé el Rosario entero o sea los veinte
Misterios, luego me puse a comer bastante Pan del Cielo y ya llegaron las tres
de la tarde y la Madre Santísima,
apareció de nuevo, esta vez con un coro de ángeles que cantaban y tocaban
instrumentos musicales, era algo tan tan bello que haría enrojecer de vergüenza
al mismísimo Mozart. Adrianito, dijo Ella, ¿cómo estuviste durante mi ausencia?
Oh Madre Querida, gracias por preocuparse por mí, estuve muy bien alimentado,
con Su Maná y no quepo en mí de la emoción de poder tener a tán Gran Señora
para entrevistarla y esperando que me siga contando Su vida. Dormí como un bebé
solo en el pasto del campo. No- dijo la Virgen- no estabas solo, aparte de tu ángel de la
guarda, te cuidaba el Arcángel Rafael, Patrono de los viajeros, el que acompañó
a Tobit en el Antiguo Testamento, era el hombre de a caballo que viste antes de
almorzar. ¡Es cierto Madre Mía! Él me dijo que vivía cruzando el arroyo y que
cualquier cosa que necesitara recurriera a Él. Viste Adrián, mi querido hijo,
yo nunca te dejo solo.¿Quieres que continuemos con la entrevista? Por supuesto
Madre, cuando Usted quiera- Ahora dijo la Santísima Virgen.
Bueno dije yo , habíamos terminado con el Nacimiento del Niño Jesús.- Así es mi
querido, ahora siguen las tribulaciones para José y para mí. Estando los tres
durmiendo en el establo, un ángel se apareció en sueños a José y le dijo
“levántate, toma tu esposa y tu hijo y huyan a Egipto hasta que les sea avisado
su retorno, porque el Rey Herodes, mandó gente a matar al niño” entonces José
me despierta, me cuenta todo y rápidamente preparamos todo para irnos, no sin
antes haberlo presentado al Templo pasados los ocho días de su nacimiento,
llevamos un par de palomas, una para que el sacerdote la tire al fuego sagrado
y la otra para cortarle el cuello y asperjarme con su sangre a Mí y mi Jesús,
esto era para purificarme por haber tenido un hijo, pero en la presentación en
el Templo nos encontramos con el profeta Simeón y la profetisa Ana, aquél me
dijo que mi Hijo iba a ser para levantamiento y caída de muchos en Israel, y
que a mí una espada atravesaría mi Corazón y se darían a conocer los
pensamientos de muchos. Yo, Adrián, te comento que íntimamente parecía que me
iba a desmayar de la impresión que esas palabras produjeron en Mi. Pero sigamos
con la huída a Egipto, preparamos todo y partimos en medio de la noche , para
que no se enterara nadie, y después empezamos a escuchar los gritos de las
madres de niños de menos de dos años, ya que les mataron todos sus hijos
varones de menos de esa edad, fue otra espada clavada en mi Corazón, que dolor,
que gran dolor escuchar esos gritos y llantos, pero yo guardaba todo en mi
Corazón y lo meditaba.
¡Qué sufrimiento para Ti
Madre querida! Cuánto lo siento. Si Adrianito , pero no han cesado , todavía mi
corazón tiene muchas espadas más clavadas, con los abortos que se realizan
actualmente y a millares en el mundo, con la trata de blancas, la prostitución,
las parejas que se van a vivir juntos sin el Sacramento del Matrimonio y tantos
otros pecados más que no cesan sino que cada vez son mayores como por ejemplo
los Cardenales y Sacerdotes pederastas, Mi Hijo está muy dolido con todo esto
también y Yo acudiéndo a su Misericordia, le detengo el brazo para que no mande
grandes cataclismos a la humanidad.
CAPÍTULO III
Yo me quedé muy triste por
los dolores y sufrimientos de María Santísima ¿Y qué puedo hacer yo para
aliviar Sus sufrimientos Oh Gran Señora? Cumplir los mandamientos y amar a mi
Hijo sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo y orar, orar y orar
especialmente el Santo Rosario, eso dá mucho alivio a mi Alma entristecida. Lo
haré, le dije yo, pero por favor Usted ayúdeme, que sin su ayuda, me caigo al vacío.
Tendrás mi ayuda dijo ella, como no te la voy a dar si te amo. Gracias Madre
Santísima, no sé que decirle, me dá vergüenza , porque soy un gran pecador y no
merezco Su amor, bueno Mi Señora sigamos con el relato de su vida. ¿Qué pasó
cuando fueron al Templo y lo perdieron a Jesús? Si Adrianito , cuando se
festejaban las pascuas y Jesús tenía doce años, edad en que un hombre ya se
hacía mayor para los judíos, mi pueblo, Jesús quería estrenar su mayoría de
edad yendo al Templo en Pascua y presenciar todos los ritos de nuestro pueblo
que antes le estaban vedados, nos fuimos en una caravana con amigos y
parientes, Jesús, José y Yo, estuvimos unos días en el Templo y al volver para
Nazaret, pasó un día y no encontrábamos a Jesús, era una espada muy dolorosa
para mí, porque fue la única que pase sin Jesús, lo buscamos entre parientes y
amigos y no estaba, entonces decidimos con José volver al Templo y buscar a
Jesús, pasaron en total tres días sin verlo, hasta que al final lo encontramos
con los Doctores de la Ley
conversando y haciéndoles preguntas, yo le dije a Jesucito “Hijo ¿Porqué nos
has hecho esto? Tu padre y Yo te buscábamos ansiosamente” y El me contestó
“Acaso no sabían, que yo debía estar en la casa de mi Padre”, nosotros con José
no entendimos, pero yo guardaba todas estas cosas en mi Corazón para
meditarlas.
Querida Madre, discúlpeme
pero voy a comer un poco de Pan del Cielo, y me levanté , dejé la notebook y al
lado tenía comida y la comí con unas ganas, soy repetitivo pero lo vale , era
exquisita. La Santísima Madre
me dejó hacer lo que yo quería, con una humildad de parte de Ella, solo de la Madre de Dios. Al final dejé de comer y me acomodé con mi
computadora para continuar con las preguntas. Mil disculpas Mi Madre Querida
pero tenía mucho hambre. No te preocupes mi querido Adrián, yo estaba rezando
el Rosario por vos, me dijo la Virgen
Santísima. Discúlpeme Gran Señora, pero en su vida en la
tierra fueron mucho más las tristezas y los dolores, que la alegría o gozo. Si
así es en parte, porque sufrir entregando lo sufrido da alegría y gozo, así que
los sentimientos van un poco mezclados. Sabes una cosa Adrianito te voy a contar un sufrimiento, casi no
conocido por nadie, cuando José murió, mi compañero de caminos, de la vida y
otro muy grande también cuando Jesús cumplió treinta años y se fue de la casa a
cumplir lo mandado por el Padre y especialmente a cumplir su hora, que
significaba su Pasión y Muerte. Esas dos despedidas rasgaron mi Corazón, sobre
todo la despedida de Jesús nos abrazamos y los dos lloramos, yo me quedaba en
casa sola y el partía hacia la muerte fue muy triste y una lágrima cayó por su
rostro, yo también lloré, porque lo que decía la Madre Inmaculada, era muy
triste. Pero luego Ella enjugándose el rostro, me dijo Adrián querido no llores
por mí, acuérdate que Resucitó y allí venció a la muerte el pecado y Satanás.
Hay un dolor falso que me
endilgan mi querido, que es cuando fui con Yo con sus primos y lo buscamos, El
dijo “¿Quiénes son mi madre y mis primos? Los que cumplen la Palabra de Dios son mis
primos y mi madre” No fue para nada una descortesía conmigo, al contrario me
ensalsaba porque Yo cumplía al pie de la letra la Palabra de Dios, así que
lo entendí perfectamente.
Madre Querida cuéntame un
poco de la vida en Nazaret con Jesús y José. Ah Adrianito , me encanta, porque
siempre vas al grano. Eran días de un amor intenso, no nos faltaba nada, pero
tampoco nada nos sobraba, la casa se mantenía gracias a los ingresos de los
trabajos de José y luego de Jesús que aprendió todo el arte de la carpintería, lo único triste fue que a los
veintidós años de Jesús, José tuvo un ataque al corazón y murió en los brazos
de Jesús y Míos, tuvo una muerte Santa, cómo fue él toda su vida. Ay Madre que
envidia santa que tengo de San José, morir en los brazos de Jesús y Suyos,¡ que
privilegio!, ojalá alguno de nosotros pudiera morir de esa forma y la Virgen me contestó, te
basta con mi gracia y la de Jesús Hijo del Dios Altísimo, no teman a la muerte,
les repito no teman a la muerte, Mi Hijo la venció, además en cada agonía
venimos Jesús y Yo a asistirlo, asi que no teman. Ponlo subrayado en tu
computadora esto que te acabo de decir. Si mi Gran Señora como Usted ordene, le
dije yo, y subrayé todo lo que me había dicho. Quieres que recemos por los que
están agonizando, recemos un Rosario y yo no cabía en mí de la alegría de estar
rezando, nada más ni nada menos que con la Virgen María.¡Qué orgullo!
Después de rezar el Rosario,
fueron los misterios Gozosos, la Santísima
Madre, se despidió, diciéndome: Nos vemos mañana a las tres y
si necesitas algo de comer ve a lo de Rafael, el tiene toda clase de comidas
ricas y diciendo esto desapareció. Y yo me preguntaba ¿Porqué me dijo que fuera
a lo de Rafael, si tengo Maná de sobra? Y cuando me fije en el campo
circundante, el Pan del Cielo se había derretido, así que no me quedó más
remedio que ir a lo de Rafael, ya era de noche y hacía frío, de repente Rafael
me sale al encuentro, montado en un caballo serrano, antes que cruzara el
arroyo helado y me dice Adrián , vengo a traerle algo de comida y un termo
lleno de té calentito, para que lo haga entrar en calor, las noches serranas ,
aún en Verano son frías, y por otro lado le preparé empanadas criollas dulces,
como les gustan en Córdoba. Mu, muchas gracias Rafael , no se hubiera
molestado, yo ya cruzaba el arroyo para ir a su ca.., si ya lo sabía todo por
eso me adelanté, aquí le dejo una bolsa de dormir, y que Dios lo bendiga. Y
partió al galope, gritando, lo que necesite , ya sabe, venga a mi casa, a cualquier
hora. Yo comí las empanadas, con este té exquisito y me acosté dentro de la
bolsa de dormir , oré a Dios y a la
Virgen y caí muerto del sueño que tenía.
CAPÍTULO IV
Al otro día me levanté como a
las doce y media, ¡dormí más de doce horas! Algo que no me pasaba desde que era
jóven, me fui a dar un baño al arroyito y desde allí veía la cantidad de flores
que la esperaban a Nuestra Señora, se había formado como una glorieta repleta
de flores, todas compitiendo en hermosura para recibir a la Santísima Madre,
después desde allí me dirigí a la casa de Rafael y El amábilísimo me invitó a
comer con El y los dos solos comimos una pizza casera hecha por el Arcángel, no
sabría decir de queso y qué era, pero estaba exquisita, antes de comer dimos
gracias a Dios, por el pan y después de comer Rafael me invitó a hacer
alabanzas al Señor y a María y yo sin dudarlo un segundo acepté, así que
alabamos a la Virgen María y adoramos a Dios,
todo el tiempo hasta las dos y media, los cantos de Rafael eran bellísimos , sin
comparación con ninguna voz humana, eran tan elevados que me hacían llorar de
felicidad y hermosura. Cuando llegó la hora me despedí de Rafael con un gran
abrazo y un beso. Me sentía tan lleno de Paz, que en vez de caminar me parecía
que estaba flotando y al llegar preparé la notebook y me puse de rodillas
esperando a Nuestra Señora, a las tres en punto comenzó una canción con
instrumentos celestiales , bajaba Nuestra Señora.
Ella me dijo “Adrián querido,
gracias por tus alabanzas, me llegaron al Corazón, ahora prepárate a escribir
que vamos a tener un día largo”, Yo inmediatamente me incorporé y tomé la
notebook, que había hecho cargar en la casa de Rafael, y le dije Señora Mía
estoy preparado,”te olvidaste de preguntarme algo muy importante” ¿Qué será Madre
Santísima? “Las bodas de Caná de Galilea”, o si tienes razón Virgen Santa, dije
yo, cuénteme como fue todo.”Si hijo mío, fuímos invitados a una boda de unos
amigos de Jesús, asistimos Jesús, sus discípulos y Yo y a mitad de la boda se
habían quedado sin vino, entonces Yo me acerqué a Jesús y le dije Hijo no
tienen vino y el me contestó “qué tiene que ver conmigo esto, todavía no ha
llegado mi hora” y El me respondió así debido a que el camino hacia su Pasión y
Muerte, o sea su hora , todavía no había llegado”, pero Yo con suma delicadeza
dije a los sirvientes- Hagan todo lo que El les diga-, entonces yo lo hice como
un acto de caridad hacia los novios, una boda sin vino, no es boda, y daría
mucha vergüenza a los novios y parientes si eso ocurriera. Entonces Jesús
preguntó “cuántas
tinajas de agua hay” y los sirvientes le dicen, doce, “llénenlas hasta el
borde” y así hicieron, luego mi Hijo le impuso las manos y llamaron al
encargado de la fiesta para que probara el agua, y éste llegó, probó y dijo, es
un vino excelente, de la más alta calidad, y fueron a llamar al novio y le
preguntaron ¿Porqué dejaste el vino de mejor calidad para el final? Este vino
es para el comienzo de la fiesta, no para el final, donde ya todos han tomado y
sus paladares resisten cualquier vino de baja calidad. El novio no entendía
nada y allí los discípulos creyeron en Jesús. Hermoso no” Si Madre Santísima es
una alegría que los discípulo por primera vez creyeron en Jesús y así empezaba
aumentar su fe. Realmente hermoso Madre Querida “Quieres hacer una pausa,
porque ahora comienza mi sufrimiento más grande”.Bueno Madre, voy a tomar una
taza de té, del termo que me dio Rafael. Ah, Madre Querida dale un premio en el
Cielo a Rafael, me atendió como un hijo y me seguirá atendiendo, más que como
un hijo, como un rey. Gracias Madre, sé que lo harás.
De nada Adrianito, cuánto te quiero hijo
querido, ahora voy a empezar a relatarte lo que sentí Yo en la Pasión y Muerte de mi Hijo
tan querido ¡ ví cuando lo azotaban y le ponían el casco de espinas, ya que no
era una corona sino un casco que le agarraba toda la cabeza! Y los soldados lo
escupían y le pegaban en el casco para que las espinas, penetraran aún más en
su cabeza esto junto con la flagelación me hacían descomponer y lo ví al
enemigo Satanás, entre la soldadesca y el no se atrevía a verme, me tenía un
miedo inmenso, así como hasta el día de hoy y hasta el fin de los tiempos en
donde será completamente derrotado . Yo estaba acompañada de Juan, el discípulo
al que Jesús amaba, y de María la de Cleofás y las otras Marías, pero en nadie
encontraba consolación , sólo en mi Padre del Cielo, que me daba fuerza para
estar presente allí. Luego ví salir a mi Hijo con la cruz, después de la
flagelación y el casco de espinas, estaba completamente destruído sin fuerzas
¿Cómo iba a poder llevar la Cruz?,
justo pasaba un hombre de Cirene y lo obligaron a llevar la Cruz Bendita y este hombre lo
ayudó hasta la punta del Gólgota, que era donde iba a ser crucificado. Mientras
mi Hijo iba por la vía de la Cruz,
de repente nuestras miradas se cruzaron , así Jesús tomó algo de fuerza al ver
a su Madre y Yo en cambió sentí todo su dolor, luego la muchedumbre separó
nuestras miradas y ví de nuevo al diablo entre la muchedumbre, quería hacer más
daño aún a Jesús, por supuesto me vió y huyó.
Después en el Calvario clavaron a Jesús con
un clavo en cada mano y uno solo para los dos pies ¡Qué dolor verlo clavado a la Cruz y luego elevado con la Cruz completamente vertical!
No podía respirar, porque para hacerlo tenía que apoyarse en los pies y eso era
dolorosísimo Pasaron cosas realmente desconcertantes por ejemplo, se sintió
completamente abandonado de su Padre “Dios mío, Dios mío ¿Porqué me has
abandonado? Y yo ahí sentí otra espada en el alma. Después me miró a mí y me
dijo Madre ahí tienes a tu hijo, refiriendose no solo a Juan, sino a todo el
género humano. Y luego dijo al discípulo hijo ahí tienes a tu Madre, este fue
un regalo hermoso para Mí, ¡Soy la
Madre de todos los hombres.! Minutos después expiró y vino
una gran tormenta y sucedieron otras cosas más, que las puedes leer en los
Evangelios. Luego vino el descenso de la Cruz y lo pusieron en mi regazo, que dolor, ver a
mi Hijo en ese estado luego me ayudaron a limpiarlo y ponerle los
ungüentos para su sepultura, fui
siguiendo el Cuerpo de mi Hijo hasta que fue sepultado en un sepulcro nuevo,
propiedad de José de Arimatea. Yo volví con Juan llorando a casa, pero tenía
muy en claro que dijo que al tercer día resucitaría de entre los muertos, así
que a pesar de mi dolor, sentía una llamita encendida de gozo en mi Corazón.
¿Te cansaste Adrianito? No , para nada, Amada
Señora, me quedé pensando en su última frase, puede ser que Usted tenía era paz
en medio de la tormenta.”Si exactamente eso mi querido Adrián, paz en medio de
la tormenta. No en vano te elegí a vos para hacerle estas confidencias. Ahora
vete a comer y descansar un rato, mañana a las tres estoy aquí de nuevo” y la Señora desapareció dejando
su tendal de flores y perfumes. Yo me encontraba un poco cansado, así que fui a
bañarme al arroyo, desde allí me fui a la casa de Rafael, donde comimos un gran
asado y luego él me prestó un caballo para no mojarme los pies al ir a dormir.
Muchísimas gracias Rafael, le dije yo, es asado estuvo estupendo, ah y también
muchas gracias por la bolsa de dormir. No hay problema dijo él, muy simpático
como siempre, así que fui a mi campo y me puse a dormir en la glorieta de las
flores, el perfume era excelente.
CAPÍTULO V
Al otro día vino Rafael a despertarme, ya
eran las doce del mediodía y me invitó a orar, yo por supuesto, acepté con
mucho gusto, así entre medio de aquellos exquisitos olores,nos arrodillamos y
empezamos con alabanzas y adoración a la Santísima Trinidad,
luego seguimos con alabanzas a María Santísima y por último rezamos un Rosario,
después me dijo ¿Tenés hambre? A lo que yo respondí con un rotundo si, entonces
sacó de la alforja, alfajores hechos por él de chocolate y crema, y sacó un
termo con café con leche,¡todo era exquisito!, lo felicité a Rafael y el me
dijo, por favor a mí no a Dios Padre, que es el que me envió a servirte y
acompañarte.
Cuando todo hubo terminado, Rafael me
despidió con un gran abrazo y cuando se fue solo estaba el termo con café, se
había llevado la bolsa de dormir y el otro termo con té, cuando empezé a
escuchar los coros celestiales y la música que no era de este mundo ¡Venía la Mamita Virgen, de nuevo! Y me
dijo “¿Cómo estás Adrianito ¿ Rafael te atendió bien? Yo me arrodillé y le
contesté, ¡Si Madre Santísima, muy bien! Eso me llena de alegría, contestó
Ella. Ah Madre tengo preguntas para hacerle, - Dímelas hijo- ¿Cómo fue la Resurrección? Bueno,
mi querido Adrián, fue la mayor alegría de mi vida, porque a la primera persona
que se mostró Resucitado fue a Mí, yo lo esperaba, cómo te dije antes, fue la
madrugada del Domingo yo estaba orando sola cuando de repente ví un gran
resplandor, que cada vez tomaba más la forma de Jesús en unas vestiduras
blancas brillantes, era como si fuera el sol, y de repente se encontró al
frente mío,¡El, mi Hijo Jesús! Vivo como antes, nos abrazamos, lloramos,
bailamos, festejamos grandemente ¡Qué alegría! Mi Jesús vivo.
Luego a los cuarenta días sucedió la Ascensión de Mi Hijo y
mas de quinientas personas fuimos testigos de ella, Jesús comenzó a Ascender y
unas nubes lo taparon, todos estábamos mirando hacia arriba, cuando unos
Ángeles se nos aparecieron y nos dijeron “Galileos, que hacéis mirando al
Cielo, el mismo Jesús, que ahora se va , va a volver de la misma forma en que
se fue y Yo tenía presente que Él se iba para que venga el Paráclito, que nos
iba a recordar y a hacer entender la Palabras que Jesús dijo.
Y así sucedió, estábamos todos reunidos en el
Cenáculo, con las puertas cerradas por temor a los judíos, los once Apóstoles y
Yo, y de repente vino una fuerte ráfaga de viento y unas llamas de fuego se
posaron sobre cada uno de nosotros y comenzamos a hablar en distintas lenguas y
nos llenó de fuerza para ir a predicar a Jesús.
Luego después de unos años más en esta
tierra, fallecí y mi Hijo quiso llevarme con El al Cielo en Cuerpo y Alma, fui
llevada en andas por una cantidad de ángeles que vinieron a buscarme.
Y una vez en el Cielo, fui coronada por la Santísima Trinidad,
como Reina y Madre de Todo lo Creado.Por eso sigo atentamente lo que pasa en el
mundo y con diversas apariciones en distintas advocaciones, los exhorto a
seguir la Vida
de Jesús, para que todos sean Santos como Dios lo quiere.
Hemos terminado Adriancito ¿quieres que
tomemos un café con leche juntos? Madre, discúlpeme pero no me siento digno. Si
eres digno y yo le serví una taza a la
Madre del Cielo y Ella lo saboreó y dijo- Exquisito, dónde
quieres ir ahora que Yo me voy, para esperarte en el Cielo, a rezar frente al
Santísimo Madre le contesté y al instante estaba en la Catedral de Córdoba
arrodillado rezando, con una Paz y una Tranquilidad Celestiales, agradeciendo a
Dios por todo lo que me había regalado.
ADRIÁN PRUNOTTO
Nota del Autor: Este libro aunque todas las
cosas dichas son realidad, es pura ficción, no tuve alocuciones de ningún tipo,
ni sentí la voz de María u otro ser Celestial nunca en mi vida. Es para gloria
de Dios y de María Santísima.Amén.