viernes, 11 de abril de 2014

Tú Vía Crucis Amado Señor

Tú Via Crucis, mi amado Jesús




Primera Estación- Tú mi Jesús, sentenciado a Muerte.
Adorémoste Cristo y te bendecimos, que por tu Santa Cruz, redimiste al Mundo.
Tan luego Dios, sentenciado a muerte y recién golpeado por una trompada del criado de los sumos sacerdotes, Tú mi Amado Jesús, si Tú cómo puedes estar sentenciado a Muerte, lo hiciste por mí y mis hermanos, y callabas y tenías Humildad Divina, enseñanos a callar cuando los demás nos insultan o maltratan, que Tú mi Amado Jesús, seas nuestro Ejemplo, gracias por sufrir por mí.
Señor Pequé, ten Piedad y Misericordia de mí.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

Segunda Estación- Jesús Cargado con la Cruz.

Adorémoste Cristo y te bendecimos, que por tu Santa Cruz, redimiste al mundo
Tú mi Amado Jesús, Tú que dijiste el que quiera ser mi discípulo que cargue con su cruz y me siga, porque mi carga es liviana y mi yugo ligero, Tú solo Tú puedes darnos el ejemplo, tenemos tantos problemas en la vida, enfermedades, muerte de un ser querido, infidelidad conyugal, etc. y Tú nos dices, miren como Yo cargo mi Cruz, y ustedes si quieren seguirme no pueden ser menos que yo. Mi Señor, me dejás desconcertado, porque hay muchas veces, que yo vivo feliz, sin cruces aparentes y Tú me dices ven Adrián carga mi Cruz, ayúdame a cargar Mi Cruz, me dices y yo estoy muy tranquilo en mi mundito, que si me duele un dedo ya pongo el grito en el Cielo, Ven Adrián, Ven y carga mi Cruz.
Señor Pequé , ten piedad y Misericordia de mi
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
Tercera Estación- Jesús cae por Primera Vez

Adorémoste Cristo y te bendecimos, que por tu Santa Cruz, redimiste al mundo.
Tú mi querido Jesús, vencido por el peso de la Cruz, después de la brutal flagelación no se podía esperar menos, Tú tan humano como nosotros, pero a la vez tan Dios, me cuesta verte tirado en el suelo, por tu Majestad, pero tu de nuevo nos enseñas humildad, la humildad Tuya, que es el primer escalón hacia la Santidad, y Tú quieres que todos, todos, seamos santos, es duro seguirte Señor Jesús, Mi Amor, pero con tu ejemplo nos enseñas, caes y Te levantas, así debemos hacer nosotros ante el pecado, pecamos pero allí nomás nos confesamos, nos levantamos, gracias a Ti Señor, conservamos el Estado de Gracia. Gracias.
Señor pequé ten Piedad y Misericordia de mí.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Cuarta Estación- Se encuentra con su Madre
Te adoramos Cristo y te bendecimos, que por tu Santa Cruz, redimiste al mundo.
Tú mi Jesús, ya extenuado, sin fuerzas y agotado, ves entre la gente la cara de tu Mamá , que bálsamo habrá sido esa vista Inmaculada y Santa para Ti, pero que dolor para tu Madre, verte hecho arapos y lleno de sangre, pero Tú también sufrías por Ella, aunque un sentimiento de felicidad sintió tu Alma ante tal Mirada, un sentimiento de alivio ante tanto dolor. Ella quiso hablar con Vos, pero los soldados romanos la empujaron para que se hiciera a un lado. Cuantas veces dejamos a Nuestra Madre de lado, sin saber que ella es la Perfecta Intercesora entre nosotros y Jesús.
Señor pequé ten Piedad y Misericordia de mí.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
Quinta Estación- El Cireneo ayuda a Jesús a llevar la Cruz.
Te adoramos Cristo y te bendecimos, que por tu Santa Cruz, redimiste al mundo.
Tú mi Dios y Señor, necesitas de nosotros para que te ayudemos, que anonadamiento, que humildad, que bajeza para todo un Dios, pero si tu necesitas de las manos del Sacerdote para que haga tu Persona presente entre nosotros, necesitas de nosotros los seres humanos, para expandir Tu Palabra a toda la Tierra. Si Señor Jesús, no somos nada y Tu necesitas de nosotros, para que nos ayudemos unos a otros, para que nos amemos cómo Tú nos has amado.
Señor pequé ten Piedad y Misericordia de mí.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Sexta Estación, La Verónica enjuga el Rostro de Jesús.
Te adoramos Cristo y te bendecimos, que por tu Santa Cruz, redimiste al mundo
Siempre mi Querido Jesús, las mujeres son las más valientes para plocamarte, adorarte, bendecirte, los hombres somos menos fervorosos, tened piedad de nosotros Señor Jesús. En este caso la Verónica, valientemente se abrió paso entre los soldados y la gentuza y con un lienzo te seca el Rostro, que bondad, que humildad la de esta mujer. Nosotros seríamos capaces de limpiar las heridas de nuestros hermanos, heridas no solo físicas, morales, espirituales y psicológicas, seremos capaces de acompañar a algún enfermo con estas características y ayudarlo, confortarlo, si eres mujer tienes más probabilidades.
Y como regalo Tú le imprimes tu Santa Faz en su lienzo. Que gesto sublime tuviste Jesús, cuando estabas en la etapa peor de tu vida. Gracias Señor Jesús.
Señor pequé ten Piedad y Misericordia de mi
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
Séptima Estación- Jesús cae por segunda vez.
Te adoramos Cristo y te bendecimos, que por tu Santa Cruz, redimiste al mundo.
Amigo Jesús, caes por segunda vez, es que tu cuerpo, humano como es, por hacerte igual a nosotros, es débil, esto es una gran enseñanza para nosotros pobres pecadores, podemos caer cuantas veces sean y Tú estas ahí para Salvarnos, por medio de una sincera confesión, también nos dices que debemos tener Directores Espirituales para andar por Tú senda, gracias Jesús porque tu segunda caída nos bendice.
Señor Pequé ten piedad y misericordia de mi.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
Octava Estación- Jesús Consuela a las mujeres de Jerusalén.
Te adoramos Cristo y te bendecimos que por tu Santa Cruz redimiste al mundo
En medio de tu terrible dolor, Tú consolando a todos ese consuelo a las mujeres de Jerusalén, fue un consuelo para todos nosotros, de todos los tiempos posteriores, pero también tu sentencia, “Si hacen esto con el leño verde, que pasará con el leño seco”, como diciendo que a Ti que eres el Justo por excelencia le hacen esto, que pasará con nosotros pecadores. Y también nos dices que no nos preocupemos por El sino por nosotros y nuestros hijos, en esto nos quieres decir de nuevo el Mandamiento del Amor, amensé unos a otros como Yo los he amado.
Señor pequé, ten piedad y misericordia de mí.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
Novena Estación- Jesús cae por Tercera vez
Adorémoste Cristo y te bendecimos, que por tu Santa Cruz, redimiste al mundo.
Y caes de nuevo Mi Señor y Mi Dios, esta tercera caída es para demostrarnos de una vez por todas, que el Espíritu está dispuesto, pero la carne es débil. Por más que nos creamos justos que vamos por el camino del bien y estamos haciendo bien las cosas, ahí mismo podemos pecar contra Ti, como siempre lo hemos hecho, no por ser puros, humildes y buenos con los demás y con nosotros mismos, no significa que no podemos caer de nuevo en pecados aún más grandes que los anteriores, pero ánimo dice Mi Jesús, yo también me caí tres veces y me levanté, ánimo, aunque caigan mil veces ánimo, Dios está con nosotros.
Señor pequé ten piedad y misericordia de mí.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
Décima Estación- Jesús es despojado de sus vestiduras
Adorémoste Cristo y te bendecimos, que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Mi Jesús te desnudan al frente de todo el mundo para reírse de ti, aquí tu nos enseñas a perdonar a todo el mundo, por grande o pequeña que fuera la ofensa debemos perdonar, Vos nos dás el ejemplo y además tu estabas exhausto , estabas sin ninguna fuerza, ya perdonaste, ya no te importaban las risotadas burlonas de la gentuza. Tenías vergüenza por tu Madre María, que en esos momentos estaba cerca de ti y por María Magdalena, pero tu Madre te veía con ojos de Amor Puro, cómo no iba a ser así si era tu Madre.
Señor pequé ten piedad y Misericordia de mi.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
Décimo Primera Estación- Jesús es clavado en la Cruz
Adorémoste Cristo y te bendecimos, que por tu Santa Cruz, redimiste al mundo.
Vos Señor de mis quereres, fuiste clavado en la Cruz, de manos y pies, que dolores terribles habrás sentido, Vos ya que estabas todo llagado en toda parte de tu cuerpo y ahora esto. Con esto nos enseñas a soportar el dolor, que el dolor no tiene la última palabra, que el dolor pasa y viene la paz, la Paz que sólo Dios puede dar. Tenemos que aprender a soportar el dolor, por más fuerte que sea, Dios no nos manda pruebas que vayan más allá de nuestras fuerzas.
Señor, ten piedad y misericordia de mi
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
Décimo Segunda Estación- Jesús Muere en la Cruz


(de rodillas)


Adorémoste Cristo y te bendecimos, porque por Tu Santa Cruz, redimiste al mundo.
Acá antes de Tu muerte, perdonaste a todos los que te hicieron sufrir, le dijiste a un forajido crucificado a tu derecha “hoy estarás Conmigo en el Paraíso”, por un momento te sentiste completamente solo “Dios mío, Dios mío, ¿porqué me has abandonado?”, esto fue el dolor Supremo, después dijiste “todo está consumado” y después sentiste la cercanía del Padre nuevamente,”Padre en Tus manos encomiendo mi espíritu” y con un fuerte grito expiraste. Amado Jesús que en nuestra muerte repitamos tus palabras finales, danos esa gracia,”Padre en tus Manos encomiendo mi Espíritu”.
Señor pequé, ten Piedad y Misericordia de mí.
Padre Nuesto, Ave María y Gloria
Décimo Tercera Estación- Jesús en Brazos de su Madre.
Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque por Tu Santa Cruz, redimiste al mundo
Que tristeza la de María, con el cuerpo de su Hijo todo ensangrentado y desgarrado, que dolor más inmenso, inconmensurable para una Madre, solo una Madre que perdió un hijo, lo puede alcanzar a comprender, que hueco en el Alma y junto a Ti están María Magdalena y el Apóstol Juan, pero no alcanzaban para consolarte. Tu Señor nos enseña en este dolor a ofrecer todos nuestros dolores, por los pecadores, por los enfermos físicos y mentales, por los que han perdido un familiar querido. Y el Sufrimiento se transforma en Redentor.
Señor pequé, ten piedad y misericordia de mi.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
Décimo Cuarta Estación- Jesús es puesto en el Sepulcro
Adorémoste Cristo y te bendecimos, que por tu Santa Cruz, redimiste al mundo.
José de Arimatea, hombre justo y piadoso, le prestó el sepulcro a María para poner a Jesús, le untaron unos ungüentos por todo el cuerpo, por supuesto las mujeres que lo seguían, su Madre, María la de Magdala y María de Cleofás, todas lloraban, menos María su Madre, porque tenía bien claro que al tercer día Resucitaría.
Señor, Pequé ten piedad y misericordia de mi.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.


FIN



Adrián Prunotto

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