Ensayo sobre el Ecumenismo
El término ecumenismo deriva
del griego “oikumene”, que significa extensión de tierra, o toda la tierra.
Actualmente se utiliza Ecumenismo, para la relación con las iglesias separadas,
el diálogo y la discusión de todas sus teologías, para llegar, al fin, a formar
una única iglesia de Jesucristo en el seno de la Iglesia Católica , Apostólica y
Romana.
Las divisiones de la Iglesia de Jesús,
comenzaron en los siglos IV y V cuando se discutía la doble naturaleza de
Cristo, la Virginidad
de María, etc., luego hubo otras divisiones en la Iglesia pero las más
importantes fueron cuando se separaron el Imperio Romano de Oriente y Occidente
y así los Católicos Romanos vieron con tristeza como sus hermanos de la Iglesia Ortodoxa seguían otro
camino.
Luego vino la separación de
los protestantes Luteranos y Calvinistas y de los Anglicanos y todas estas
iglesias separadas empezaron a formar sus teologías y en los Siglos XVIII y XIX
se empezaron a separar dentro del mismo seno del protestantismo, las iglesias
pentecostales, bautistas, metodistas, etc.
El Ecumenismo puede ser visto
como una Plenitud, ya que ciertamente el Ecumenismo es uno. Se puede hablar de
distintas fases del Ecumenismo, el Institucional, por ejemplo desde el Consejo
Ecuménico de las Iglesias de Ginebra, y el Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de Roma. También se
puede hablar de Ecumenismo Oficial, donde están representadas todas las
Iglesias Cristianas. Está también el Ecumenismo Doctrinal, donde cada una de
las Iglesias exponen sus doctrinas a estudio para la ulterior unificación. El
Ecumenismo Espiritual es donde todos quieren alabar y adorar a Jesús y así se
hace una comunión de almas de todas las divergencias. El Ecumenismo Local,
donde todas las Iglesias trabajan juntas para los necesitados, se estudia la Biblia , etc. y por último
está el Ecumenismo Secular, que no es tanto una moda sino una decisión
fundamental. La decisión y la convicción de que el deber esencial del
cristianismo de hoy es concretar la unión de la humanidad y no de las Iglesias.
Los comienzos del movimiento
ecuménico actual, se forja gracias a hombres valientes, que esperaron contra
toda esperanza.
Adrián Prunotto
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