INTERPRETACIón
SOBRE LA AGONÍA
de Jesús.
Padre
si es posible , aleja de mí este Cáliz (Mateo 26, 39) (1)
Parecería,
a primeras, un acto de cobardía, pero si Escuchamos, lo siguiente “Que no se
haga mi voluntad, sino la tuya”
¿Dónde está la cobardía?, si sólo hay concordia y asentimiento plenos.y esto se
atribuye al hombre igual a nosotros o a Dios. Si decimos al hombre igual a
nosotros, erramos.al juicio del Maestro cuando dice “Pertenecientes a la Voluntad humana que no
siempre concuerda con la de Dios, sino que a menudo se le resiste pues rechaza
todo combate.” Es claro que donde hay asistencia no hay concordia , y cuando
está, esta no está aquella. Son términos contradictorios y excluyentes, no
puede existir uno, mientras exista el otro y viceversa.
Falta
entonces que digas” que no se haga mi voluntad, sino la tuya”, sea dicho por
Jesús Dios y no por Jesús hombre”. Entonces hay que admitir que existe un
acuerdo, entre su voluntad humana y su voluntad Divina y la del Padre y a la
par se habrá admitido quién tiene dos naturalezas, divina y humana, a la misma
vez tiene dos voluntades., de operaciones y de cuanto corresponde a la
naturaleza, sin que ello comporte contradicción de ningún género entre una y
otra. Como es imposible dividir las dos voluntades Divina y humana de Jesús,
pues con estas dos voluntades dijo “Padre aleja de mí ese Cáliz.” O sea que el
objeto de la Voluntad
común, del Padre y del Hijo será la negación del querer de Dios, o sea de
nuestra Salvación. La
Salvación es en efecto, lo que por naturaleza constituye el
objeto de su Voluntad Y por otra parte “no se haga mi voluntad” es evidente que
se refiere a la voluntad humana del Salvador, junto con su voluntad divina que
comparte con el Padre. Pues haciéndose uno de nosotros dice al Padre, que no se
haga su voluntad sino la voluntad del Padre
(1)Por
una parte hay que hacer notar a los lectores, que San Máximo, el Confesor, en
el cual me baso para hacer este escrito, no toca el tema del ángel que se le
apareció a Nuestro Señor, ni tampoco su transpiración de sangre.
Pues
por consiguiente se reveló como quién desea y obra nuestra salvación, según las
dos naturalezas en que estaba construída su persona. Por un lado consistía en
nuestra salvación de acuerdo con el Padre y el Espíritu Santo- . Por el otro
“haciéndose”- por nuestra Salvación- obediente hasta la muerte y muerte de
Cruz” y cumpliendo por sí mismo, mediante el misterio de la Encarnación , el
grandioso proyecto de nuestra salud.
Cuando
Jesús dijo: si es posible que pase de mi este cáliz, estaba actuando con su
voluntad humana a pleno, lo mismo cuando dijo pero que no se haga mi voluntad
sino la Tuya ,
refiriéndose al Padre. Jesús y el Padre son dos Personas distintas pero con la
misma naturaleza Divina y Jesús al hacerse hombre, tenía dos naturalezas
completas la Divina
y la humana, ambas ensambladas, por supuesto igual al hombre pero sin pecado.”
El espíritu está pronto, pero la carne es débil”, esa es la esencia de porqué
Jesús, dijo “Padre si es posible aleja de mí este Cáliz.” Es que la carne
débil, le hace decir lo de arriba, esa es la naturaleza humana que se horroriza
al ver lo que se viene, pero el espíritu está pronto o sea su naturaleza Divina
le dá la fuerza para decir,”pero que no se haga mi voluntad, sino la Tuya ”. Hay que tener en
cuenta que aunque la naturaleza humana, es pecadora y cae infinitas veces, es
buena, la naturaleza del hombre es buena, eso lo dicen todos los Padres de la Iglesia.
Al
mismo tiempo los hombres con su naturaleza se comporta como Dios, cuando ,
trabja para el Reino y la sanación de los demás hombres. Al mismo tiempo Jesús,
Dios y hombre, se valía de su naturaleza humana y Divina para realizar los
milagros.
ACERCA
DE LAS DOS VOLUNTADES DE CRISTO, DIOS NUESTRO
Un
día llegará la muerte, pero ésta no puede vencer la Gracia ni las obras buenas.
La más importante de las virtudes es la humildad, después desarrollaremos este
punto más adelante.
Ahora
vamos a ver lo que es voluntad:”Es una potencia que dirige al ser, según la naturaleza, y que afecta a todas las
propiedades que pertenecen sustancialmente a la naturaleza “. Distinguir entre
voluntad y libre elección “ es a mi parecer exacto y concorde con la enseñanza
de los Padres pero no todos los Padres están de acuerdo y que definen a la
voluntad, como el acto de querer lo querido o lo que quiere.
La
voluntad es el acto de querer
Pero
el hecho que nos trae ahora es si hay dos voluntades, una Divina y otra humana.
Si son distintas la una de la otra, pero no, las dos están en Jesús de una
manera unitiva.
Jesús
no carecía de voluntad natural humana ni la Divina
Y desde los comienzos del Universo tenía decidido tener dos
voluntades una natural o humana y la otra Divina.
La
voluntad es constitutiva de todas las propiedades que pertenecen
sustancialmente a la naturaleza. En cuanto a hombre Dios encarnado `posee una
voluntad natural humana. Y cada una de sus dos voluntades quiere naturalmente
de por sí. Posee voluntad humana, pues se hizo perfecto hombre a excepción del
pecado. Además posee las que son propias
de la sustancia Eterna y Divina. Dicho esto se puede decir que es Dios hombre y
tras la encarnación, goza de una connaturalizad
perfecta con nosotros y con Dios. Decir que sólo aparecen sus dos
voluntades, en el sufrimiento del Huerto de los Olivos, no es cierto, Él siempre tuvo y tendrá las dos
voluntades humana y Divina. Con que hombría Jesús, dice,” no lo que yo quiero sino lo que quieres Tú”
palabras que ponían frente al abatimiento una posición fuerte y valerosa ante
la muerte. Más luego reveló su irresistible autoridad ante la muerte y la
grandísima unión de su voluntad Divina, cuando dijo,” Hágase tu voluntad, no la
mía”, con esto desechó la división y con lo primero la confusión.
No
es posible obrar sin una operación natural, como no es posible existir sin
substancia y naturaleza. La operación a quién obra, la naturaleza a quién
existe.
Él
es perfecto en las dos naturalezas y el mismo en ambas y que conserva sin
defecto las propiedades de las dos substancias en las que existe y que es en
todo igual a nosotros, exceptuando al pecado, al punto de ser tentado, según Él
mismo lo dispuso. Cómo dispuso tener dos naturalezas y operaciones naturales y
voluntades distintas.
Él
siendo Dios y hombre nos es semejante en la sustancia y en la operación y que
posee también el querer connatural a la humanidad. Y que es semejante al Padre
en la substancia y en la operación, teniendo con Él un mismo querer, según la Divinidad. Y que es afín a los
Seres Superiores, en cuanto les es común, y afín a los inferiores en cuanto les
es común, excepción hecha del pecado. (2)
(2)
Operación, Naturaleza, Substancia
Operación:
Ejecución de algo
Naturaleza;
La cosa misma
Substancia: De la esencia a la existencia, el alma tiene
su propia substancia.
DUPLICIDAD
DE VOLUNTADES
Cuando
los santos padres afirman que en Cristo hay duplicidad de voluntades, se puede
entender como duplicidad de disposiciones de ánimo, pero no se refieren a éstas
sino a las disposiciones naturales, que se dan como un apetito por las cosas de
Dios y a ella la llamaron voluntad, sin ella es imposible la existencia de la
naturaleza humana. O sea desear lo que conviene a la propia naturaleza, esta es
la voluntad natural. Facultad que por tanto atañe a todas las propiedades de
cuanto substancialmente constituye la naturaleza. Quien por su naturaleza está
dotado de voluntad, cuenta gracias a ella con la facultad de querer. Como algo
que le es connatural
El
querer de Jesús no es un querer opuesto al de Dios, pues es un querer,
eternamente divinizado.
Siendo
hombre por naturaleza, el Salvador, quería como hombre la angustia ante la
muerte , y con ella todo el sufrimiento. Por este camino fue la naturaleza
librada de todas las dolorosas consecuencias que se le habían impuesto. La
muerte fue vencida por la carne, haciendo total obediencia a Dios padre, de
este modo cumplimentaba, la maravillosa y magnífica decisión del padre,
cumplida en su propio cuerpo.
Más
Él se hizo hombre para salvar no para padecer. Por eso decía: “ Padre si es
posible que pase de mí este cáliz pero que no se haga mi voluntad sino la tuya”
Estas palabras muestran a un tiempo la angustia procedente de la tención propia
y de la voluntad humana y que ésta
estaba modelada y movida , según el
ordenamiento de sus principios naturales, al proyecto de Salvación elegido. La Encarnación es una
exhibición palpable de la naturaleza y del proyecto salvífico.
El
Salvador poseía una voluntad humana, que no estaba en nada en contraposición de
su voluntad Divina, porque no hay nada creado en su naturaleza que vaya contra
Dios, sino se lo acusaría a Dios de blasfemo por haber creado algo que fuera
contrario a la naturaleza. En verdad no se podría decir que sea ser humano
completo, si Jesús hubiera carecido de la voluntad propia de la voluntad humana. Afirmamos que en
Jesús existe una sola voluntad de la que emanan todas las operaciones divinas y
humanas del único y sólo Verbo de Dios encarnado.
Los
Padres de la Iglesia
al tratar esto mismo dicen que Cristo posee dos voluntades naturales no de dos
disposiciones de ánimo. En ninguna otra cosa reside el pecado sino en nuestra
voluntad entendida como disposición de ánimo, contraria a la voluntad Divina
Jesucristo
nuestro Señor, adoptó nuestra naturaleza humana completa. Qué adoptó, se
impregnó de nuestra naturaleza, para así salvarnos completamente “Lo que no ha
sido asumido, no ha sido salvado” Según San Gregorio Padre de la Iglesia , por lo tanto
Cristo asumíó las dos naturalezas la
Divina y la humana
Si
el verbo de Dios creó toda nuestra naturaleza dotada de voluntad y de operación
e hizo a aquella libre y a esta activa. Es claro que al asumir la naturaleza y
unirla a sí en la persona, la tomó igual que la creó, esto es dotar por
naturaleza, de voluntad y operación, pues si
hubiese asumido una naturaleza, solo pasiva,
sin sus propiedades naturales, habría llevado a cabo un proyecto de salvación,
solamente ilusorio.
Jesús
estaba por naturaleza dotado de voluntad. Esas expresiones del Nuevo
Testamento,”quería partir”, “quería pasar de largo”,”Quería pasar la Pascua ”, “no quería
entrar”, son expresiones, de Alguien que tiene voluntad, al igual que nosotros,
daba a conocer que estaba por naturaleza, dotado de voluntad.
Enseña
sabiamente la escritura, cuando demuestra que posee de manera suprasubstancial
la voluntad y las operaciones divinas y
paternas “Como el Padre resucita a los muertos y dá la vida, así también el
Hijo da la vida a quién quiere”.Querer dar la vida a los muertos, atestigua su
voluntad Divina y el hecho de darla revela su operación omnipotente. Los Padres
de la Iglesia
nos enseñan, no solo sus dos naturalezas, sino su duplicidad de voluntades y
operaciones.
Cuando
dice “Padre si es posible, aleja de mí este cáliz, pero que no se haga mi
Voluntad sino la Tuya ”,
aquí están patentes las dos voluntades una la humana de la primer frase de la
oración y otra de la Divina ,
en la segunda parte de la paráfrasis. La voluntad humana es muy voluble, no así
la voluntad humana del Hombre Dios. Como experiencias de voluntad Divina
tenemos que cuando Él iba camino a su muerte, se le acerca un leproso y el lo
toca y lo sana y luego con las mismas manos hace la multiplicación de los panes
en ambos lados está la Divina Voluntad.
Cuando dice “no la mía”, habla la voluntad humana; ·”sino la Tuya ·”, aquí habla la
voluntad Divina. unida a la del Padre., que en comunión de naturalezas, no
existe ninguna división de voluntades. Siendo Dios predice el futuro y como
hombre se somete a él.
Cuando
convierte el agua en vino” Sucedió el agua en vino, manifiesta su doble
operación, al sufrir como hombre y al obrar como Dios. No una u otra cosa sino
uno u otro modo.
El
Nombre de Cristo no indica una naturaleza sino una persona compuesta, o sea el
Eterno Cristo, Creador, Omnipotente. Señor y Dios y tiene en sí la carne que
tomó por nosotros y por nuestra Salvación, sin división, ni confusión, creada,
visible, limitada, no omnipotente por naturaleza, sino dotada de una voluntad
Omnipotente en Cristo. Cristo tiene por naturaleza, las características de
ambas substancias. La proposición, “no lo que yo quiero, sino lo que quieras
Tú” Temer la muerte, rechazarla y entrar en agonía es propio. de la naturaleza humana, esto lo hace Jesús
cuando le complace cambiando de naturaleza según la ocasión, una vez le corresponde
demostrar su humanidad y otras les corresponde mostrar su Divinidad.
Bendito
sea alabado Jesucristo, a Él todo el poder y la Gloria y que el Espíritu
Santo repose sobre ti. Bendita seas María, ahora y por siempre Amén.
Adrián
Prunotto
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