domingo, 18 de agosto de 2013

Ensayo sobre la Fe

Ensayo sobre la Fe



Para empezar a hablar de la Fe, debemos remitirnos al AT, más específicamente a Abraham, que fue llamado por Dios para que abandone sus tierras en la Mesopotamia y se dirija a la Tierra prometida, éste confió en el Señor, en tal forma, que una vez Dios le pidió que matara a su único hijo Isaac y Abraham lo estaba por cumplir, cuando vino un ángel y le dijo de parte del Señor que no lo hiciera, ¡ hasta este punto llegó su confianza, su fe en Dios! Y de aquí sacamos nuestra primera conclusión la fe es confianza y Dios nos exije fe en Él para seguir sus designios, es decir debemos ser fieles a Dios, como Él lo es con nosotros.
Y desde allí Abraham se convirtió en el padre de todos los creyentes, es decir de los que tienen fe. Y Dios le dijo a Abraham que iba a ser padre de multitudes innumerables.


2- Después se le exige al pueblo de Israel, para liberarse de los egipcios, tener fe en Yahveh y en Moisés, el cual habla con Dios y le transmite al pueblo las palabras de Dios. Ahora toda la fe dependía del pueblo de Israel y éste con idas y venidas por el desierto dónde estuvieron cuarenta años a causa de su falta de confianza en Moisés y por lo tanto en Dios.
Aquí lo importante para analizar es que el responder a Dios depende exclusivamente de nosotros, de cada uno de nosotros, si tenemos fe en Él para que guíe nuestra vida, andaremos alegres, con algunas tristezas, pero que rápidamente son consoladas por Jesús, en cambio si no tenemos fe, entramos en la angustia y la desesperación. La fe es una exigencia de parte del Padre, para poder alcanzar las promesas y gracias de Nuestro Señor Jesucristo, y también para alcanzar todo lo que le pedimos a Dios.



3-Para mantener su fe, Israel debía seguir a Dios, pero siempre caía en la Idolatría, por lo tanto Yahveh, les mandó Profetas, para que hablaran en nombre de Dios, estos profetas fueron muy importantes para la salvación de Israel, hasta que ésta fue deportada y destruído su Templo, el más importante de los profetas fue Isaías, luego le sigue Ezequiel y después todos los demás. Observemos que Amoroso es el Señor, que cuando nos desviamos allí mismo, nos hace volver a su regazo, teniendo en cuenta nuestra voluntad por supuesto, porque podemos elegir no estar con Dios y Él lo permite, porque nunca va contra nuestro Libre Albedrío .



4- Y así fue que los Israelitas no creyeron en sus profetas, como en Moisés, para colmo había también profetas falsos ¿Cómo distinguir unos de otros?. Por eso los Profetas pensaban que lo que Dios les decía, era para el futuro de Israel y que Él cambiaría los corazones de piedra en corazones de carne y los haría caminar por la buena senda.
Luego esperaban que Israel más adelante, tuviera una fe de piedra, indestructible y que luego hicieran creer a todas las Naciones en un Dios Único y Verdadero.


5-         No solo los Profetas creían en un Dios que en el futuro se iba a manifestar a Israel, sino también los sabios y los pobres, pero el pueblo no creía como lo pedía Dios Omnipotente, Creador, con todas sus fuerzas y esperanzas puestas en el Señor, ni siquiera en el tiempo de la Diáspora,  o sea la dispersión del pueblo judío. Que dejó gran cantidad de mártires, pero ni siquiera éstos, enardecieron de fe los corazones israelitas. En síntesis Dios se vio defraudado por el pueblo de Israel, pero para reconciliarse envió a Su Propio Hijo.


6-         Jesús, Dios, vino al mundo en una comunidad de pobres, su madre la Virgen María, era pobre, su padre nutricio José era pobre y a los primeros que se les anuncia Su nacimiento es a los pastorcitos pobres, que estaban en las cercanías del establo donde nació el Hijo de Dios, otra señal de extrema pobreza.
Después sus discípulos eran pobres, pero a todo y a todos los unía la fe en Él y en su Palabra. Pedro el líder de los Apóstoles, descubre por designio divino, que Jesús era el Mesías, el Dios con nosotros que debía venir al mundo, y esto fue un acto de profundísima fe. Esta fe viene de Dios y será compartida después a todas las naciones.



7- La fe que tenía Jesús, cuando había llegado “su hora”, es una fe de confianza infinita al Padre, que después de la Pasión, lo resucitaría de entre los muertos. En cambio la fe de los discípulos era débil, no podían concebir que su Maestro fuera entregado a los romanos y luego Crucificado y se demuestra en que todos escaparon cuando lo arrestaron al Hijo del Hombre y no aparecieron hasta su Resurrección por miedo a los judíos, excepto Juan, el discípulo a quién amaba el Señor, que permaneció junto a María, su Madre, en frente de la Cruz, hasta su Muerte y Sepultura. Por otro lado Pedro se mantuvo cerca de Jesús, cuando lo llevaron a casa de Anás, pero lo negó tres veces, todo esto fue por falta de fe. La fe, como la esperanza y el amor, quitan todo temor y nos hace depositar la confianza en el Señor Jesús.



8-   La fe que tuvieron los apóstoles, no sin varias vacilaciones , les hizo proclamar el Evangelio, es decir nombrarlo a Jesús como Hijo de Dios y difundirlo a todos los pueblos, sin miedo, con confianza como dijimos anteriormente y por medio de ellos, los paganos comienzan a conocer la fe en Cristo Resucitado, esta palabra humana que se difunde es Palabra de Dios y luego formó la Tradición de la Iglesia, de la cual Cristo es la cabeza y nosotros somos sus miembros. Y así los paganos abandonan los ídolos, acogiendo en su corazón al Dios Único y Verdadero, que es el mensaje de Jesús. Y se hacen bautizar reconociendo a Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.
Y como dice Pablo nos abre la mente a la Sabiduría de Dios, Sabiduría que reconoce al Dios Uno y Trino, y la que nos hace conocer a Jesús y a su Amor.


9-   Al que por medio del Bautismo , ha creído y confiado en Dios, es un hombre nuevo, capaz de mover montañas, como dijo Jesús. Y por ella Dios realiza su designio obrando la salvación de los que creen y condenando a los que no creen , o sea a lo herejes. La fe obra en obediencia a ese designio de Dios, siguiendo la Ley de Cristo fundamentalmente con el amor fraternal que Él nos enseñó. Y se hace tan fuerte, que es capaz de afrontar la muerte, tengamos en cuenta los millones de mártires, que murieron, en su mayoría cantando alabanzas al Padre. La fe también es obediencia a la Iglesia y su Tradición.


10-                    Para la Iglesia naciente, como también para Jesús la fe es un Don de Dios. Cuando un pagano se convertía se purificaba su corazón por la fe y por haber creído recibían el mismo Espíritu que los judíos Creyentes y fueron acogidos, como correspondía, por la Iglesia.
Al principio hubo problemas con los nuevos creyentes paganos, dado que los creyentes judíos querían, más bien exigían que se circuncidaran y siguieran la Ley Mosaica, pero Pablo Apóstol de los gentiles, hizo saber que el creyente se justificaba por la fe y no por la Ley o la circuncisión sin dejar por eso de lado a los Dies Mandamientos dados en el Monte Sinaí. Y así los creyentes sean judíos o no, se salvaban por la fe en Cristo Jesús y así se permitió la entrada a la Iglesia naciente de miles de paganos. Por medio del Bautismo el cristiano no solo se libra del Pecado Original, de nuestros primero padres, sino que el Espíritu Santo lo llena de gracias, por medio de la fe entra la esperanza en el corazón del creyente y también el amor que Dios nos tiene y que nosotros debemos tener a Él. Y así con estos nuevos creyentes no judíos, comienza a caminar la Iglesia, hasta el fin del mundo.



11-                    La fe en Jesús, es una confianza profunda en Él, recibe sus palabras y escucha su voz. El que tiene fe y realiza lo mandado por Jesús, se salva el que no se condena. Pero veamos aquí la importancia fundamental que la da Juan a la fe, que sirve para salvarnos o condenarnos. El Evangelio de Juan es el que más importancia le dá a la fe. La fe en Cristo y por lo tanto en el Padre ya que ambos son uno es fundamental para nuestra salvación, algo expusimos más arriba, pero otra cosa fundamental es que la fe nos lleva al amor a Dios y nos consigue gracias especiales de parte de Él. Frente a los combates espirituales que nos chocan en esta vida, está la fe, limpia y humilde, y debemos tener paciencia y perseverancia, confiando en el Altísimo, que viene siempre en nuestra ayuda.. El día que acabándose la fe , veamos a Dios como es, todavía se proclamará la fe de Pascua “Tal es la victoria que ha triunfado del mundo, nuestra fe”.1 Jn , 5,4.







Fin


ADRIÁN PRUNOTTO

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