Jesús dijo: Ya saben que dentro de dos
días se celebrará la Pascua ,
antes seré entregado a los Sumos Sacerdotes y me maltratarán y me darán muerte.
A todo esto los sumos sacerdotes y los
ancianos se reunieron en la casa de Caifás Sumo Sacerdote ese año y resolvieron
darle muerte, pero no querían durante la fiesta de Pascua, porque iba a
producir alboroto y buscaban la forma de apresarlo, pero no sabían cómo.
Cuando Jesús se encontraba en Betania en
casa de Simón el leproso, vino una mujer y lo ungió derramándole en la cabeza
un frasco de Nardo puro, y con sus cabellos limpiaba sus pies. Todos se
enojaron porque decían – Ese perfume es valiosísimo, vendiéndolo se podría
haber ayudado a los pobres-, y Jesús les dijo que a los pobres los tendrían
siempre y que esta mujer eligió lo mejor, ya que a Mí no me tendrán para
siempre. Y todos se quedaron callados.
Mientras tanto Judas fue al Palacio del
Sumo Sacerdote y les preguntó cuanto me darán si se los entrego, y ellos
decidieron darle treinta monedas, Judas estuvo de acuerdo y les dijo que pronto
iban a tener noticias suyas.
A todo esto Jesús encomendó a Pedro y a
Juan para que prepararan la comida Pascual y les dijo bajen a la calle
principal , allí encontraran a un hombre con un cántaro de agua, síganlo y en
el lugar que entre hablen con el mesero y díganle que el Maestro va a festejar
su Pascua allí, él les dará una habitación cómoda con almohadones y allí
ustedes preparen todo para la cena. Los discípulos hicieron tal como Jesús les
había dicho.
Antes de comer Jesús se sacó el Manto y se
ató una toalla en la cintura y empezó a lavarle los pies a los discípulos y se
los secaba con la toalla, cuando llegó a Pedro éste se opuso y Jesús le dijo
que si quería correr su suerte, tenía que dejarse lavar, entonces dijo Pedro
que también le lavara la cabeza y las manos y Jesús le contesto, el que está
limpio, solo debe lavarse los pies. Luego Jesús les dijo “Comprenden esto que
acabo de hacer con ustedes, me llaman Maestro y actué como un sirviente, por lo
tanto lávense ustedes los pies unos a otros.
Con este ejemplo de humildad, el Señor
Jesús nos pide que actuemos como Él, o sea que nos amemos los unos a los otros
como Él nos Ama. Respetemos esto muy bien, no dejemos de hacerlo nunca, con la Gracia de Dios y la ayuda
de María, se nos hará fácil el camino. Y también nos dice Jesús, que con esto
reconocerán que somos sus discípulos
Después estaban todos sentados en la misma
mesa y el diablo ya había entrado en Judas, y Jesús dice que uno de ellos lo
traicionará, todos se preguntaban quien sería, hasta que Judas se le acerca y
le pregunta ¿Seré yo?, “Tú lo dices “, le contesta Jesús y allí nomás Judas se
va y los otros se preguntaban adonde iría, ya que tenía el bolso con el dinero,
¿a comprar algo para la cena o darle a algún pobre?
Luego Jesús anuncia su pasión a los once y
Pedro dice que él va a dar la vida por Jesús y nunca lo dejaría, porque Jesús
había dicho , que cuando lo agarren todos se dispersarán. Entonces Jesús le dice
que antes de que cante el gallo lo habrá negado tres veces, y Pedro se calló.
Imaginemos por un momento la tristeza de
Jesús, primero con Judas, luego con Pedro, tan luego la cabeza de los
Apóstoles. Y encima se le venía la hora de su sufrimiento atroz moral y físico,
hasta su muerte.
Mientras comían Jesús cortó el pan, invocó
al Cielo y se los repartió a los Apóstoles, diciendo “Este es mi cuerpo, que
será entregado para la salvación, hagan esto en memoria mía”, luego levantó la Copa de vino y dijo “Tomen y
beban, esta es mi sangre que será derramada por el mundo , hagan esto en
conmemoración mía “y repartió la
Copa para que todos bebieran. Les aseguro que no beberé más,
hasta que sea el día de la
Gloria en que esté con mi Padre.
Pensemos, como dije antes, que Jesús se
quedaba con nosotros hasta el fin del mundo en la Eucaristía , se entregó
a nosotros hasta el extremo. Y en su hora de más miedo y tristeza. Amén.
ADRIÁN PRUNOTTO
No hay comentarios:
Publicar un comentario