miércoles, 26 de junio de 2013

Ensayo sobre la Pasión y Muerte de Jesucristo




Cuando lo llevaban, encontraron a un tal Simón de Cirene, que venía del campo y lo obligaron a llevar la Cruz, detrás de Jesús.
Así como el Cireneo debemos ser nosotros, debe ser nuestra vida toda, llevar la Cruz nuestra de cada día detrás de Jesús, que nos conduce a la Salvación, está en juego nuestra vida Eterna, así que por favor, no nos quejemos de nuestras cruces, antes bien démos Gracias a Dios porque este sufrimiento presente es flor y fruto en la Vida Eterna. ¡ Ánimo, Confía en el Señor!


Lo seguía muchísima gente y entre ellos estaba un grupo de mujeres que se golpeaban el pecho y lloraban , Jesús les dijo “Hijas de Jerusalén, no lloren por mí, lloren más bien por ustedes y por vuestros hijos. Por que llegarán días en que se dirá- Felices las mujeres que no tienen hijos. Felices las que no dieron a luz ni amamantaron. Entonces dirán Que caigan sobre nosotros los montes y nos sepulten los cerros. Por que si así tratan al árbol verde,¿Qué harán con el seco?
Y esto lo dijo Jesús profetizando ya que en año setenta Tito sitio Jerusalén, y asi se mantuvo por muchos meses y el sitio de los romanos no cedía y no entraba ni comida, ni bebida alguna, entonces fue tan grande la  hambruna que las mujeres tuvieron que comerse a sus hijos, esta aberración terminó con la toma de Jerusalén y su destrucción total, incluso el Templo fue destruído, como lo profetizó Jesús ·” de ti no quedará piedra sobre piedra”.



Junto a Jesús, llevaban dos malhechores para ejecutarlos
Uno de los ladrones lo insultaba y le decía que hiciera un milagro y los salvara, pero el otro le dijo “acuérdate de mí cuando entres en tu Reino” a lo que Jesús respondió “te aseguro que hoy estarás conmigo en el Paraíso”. Todo esto sucedió mientras estaban crucificados, Jesús al medio y el ladrón bueno llamado Dimas, estaba a su derecha.


Después llegaron al lugar llamado la Calavera o Gólgota y allí fueron crucificados, como dijimos, Jesús al medio y Él dijo “Padre perdónalos, porque no saben lo que hacen”, después los soldados repartieron su túnica echándolas a suerte. Tal cual se cumplía la profecía de los Salmos de David.


Los fariseos y la gente se burlaban de Él, diciéndole si eres el Hijo de Dios, sálvate a ti mismo y baja de la Cruz, los soldados romanos también se burlaban diciendo, si eres el Rey de los judíos , sálvate a ti mismo y le acercaban una esponja con vinagre.
Los soldados decían esto porque a Jesús le habían colocado una inscripción Rey de los Judíos, que a éstos molestó muchísimo y se fueron a quejar a Pilato, pero él dijo lo escrito, escrito está.


A los pies de Jesús estaban su Madre y Juan, su discípulo amado, estaba él solo porque todos los demás habían huído por miedo a los romanos y Jesús, levantando la voz dijo a María, su Madre, Madre ahí tienes a tu hijo, refiriéndose a Juan y después dijo a él Juan ahí tienes a tu Madre, y allí nos entregó a su Madre a todos nosotros, a toda su Iglesia naciente, después Jesús dijo “tengo sed”, y luego “todo está consumado”, se ocultó el sol y todo el país quedó en tinieblas hasta las tres de la tarde. Jesús gritó muy fuerte “Padre en tus manos encomiendo mi espíritu”, el velo del Templo se rasgo en dos y Jesús expiró.


El Capitán de los romanos al ver lo que había sucedido, reconoció la mano de Dios y dijo, verdaderamente éste era Hijo de Dios, toda la gente comenzó a retirarse golpeándose el pecho.



Análisis de la Pasión y Muerte de Jesús


La flagelación significa toda la carga que tiene que llevar Jesús por nuestros pecados.
La Coronación de espinas, significa la Iglesia naciente y predicadora, dado que mientras más le clavaban las espinas, más profundamente iba a ser escuchada la Palabra de Dios en todo el mundo.
Los tres clavos con los cuales fue crucificado Nuestro Señor, significan las tres Virtudes Teologales, la Fe, la Esperanza y la Caridad, debido a que estaba lleno del Espíritu Santo, especialmente en el dolor.
Y por último la herida en el costado, de dónde manó sangre y agua, significa la Eucaristía, por la cual Jesús está presente entre nosotros hasta el fin del mundo.


ADRIÁN PRUNOTTO



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