La Salve

La Salve

DIOS TE SALVE,

Dios Padre te saluda, con la palabra más excelsa SALVE, saludos para Reyes ,Emperadores, a ti una humilde, la más humilde esclava del Señor, te saludan con un saludo de Realeza, es que Tú Madre desde tu nacimiento fuiste Reina para Dios, al haber nacido sin pecado original, pero más aún por ser la portadora en tu Seno del Señor Jesús.

REINA Y MADRE DE MISERICORDIA

Si porque eres Reina de la Creación y a todos nos tratas con piedad, si pecamos, nos refugiamos en Ti para no ser presas del Demonio y Tú con tu poder lo ahuyentas . Gracias Madre Querida, por defendernos de nuestro más cruel enemigo.

VIDA, DULZURA Y ESPERANZA NUESTRA

Eres, nuestra Vida, así como Eva fue la madre de la humanidad caída, Tú eres la Madre nuestra porque así lo dispuso Jesús, el mismo Dios y de allí nos das la Vida eterna acercándonos a Tú Hijo.

Eres nuestra Dulzura, porque por Ti los dolores de esta vida se dulcifican, Tú nos acompañas en todos nuestros sufrimientos ¡Gracias Madre Querida!

Y eres Nuestra Esperanza, porque por Ti, por tu femineidad Divina, todos esperamos de Dios, las gracias y el perdón de nuestros pecados.

DIOS TE SALVE A TI CLAMAMOS LOS DESTERRADOS HIJOS DE EVA

A Ti, llamamos, a Ti clamamos, los echados del Paraíso Terrenal, culpa de nuestros primeros padres Adán y Eva.

Tú eres la Nueva Eva, la que nos une con Dios y el Paraíso.¡Qué función mas importante la Tuya Madre, ser el puente que nos une con Dios! Nada más y nada menos que eso, sin Ti no seríamos nada, no veríamos la Cara del Padre, de forma tan rápida y expeditiva.

A TI SUSPIRAMOS, GIMIENDO Y LLORANDO EN ESTE VALLE DE LÁGRIMAS

En esta Tierra, verdadero valle de sufrimiento, no tenemos a quién recurrir, sino a Vos Madre Bendita. Que nuestros llantos, de matrimonios que se separan, del aborto, de soledad, de pobreza, de no tener un pan para llevarnos a la boca. Tú comprendes nuestros padeceres y nos brindas consuelo Divino desde el Cielo, Gracias Madre sin tus consuelos moriríamos.

EA, PUES SEÑORA ABOGADA NUESTRA

Si  Señora, abogada nuestra, defensora en cada juicio

 En la Corte Celestial, ante el Padre y Tú Hijo, ya sea juicio particular, o juicio colectivo, al fin del mundo.

Atiende nuestras peticiones, abogada Nuestra hoy y siempre, para que seamos dignos de entrar en el Cielo prometido.

VUELVE A NOSOTROS ESOS TUS OJOS MISERICORDIOSOS

No nos apartes nunca tu vista, porque el enemigo se quiere apoderar de nosotros.

Esa tu mirada piadosa y misericordiosísima que nos transmite todo el Amor de tú Hijo Jesús y a través de tus ojos misericordiosos, ves nuestros deleznables pecados con Amor y nos cobijas como Refugio de los Pecadores, que Tú eres.

Y DESPUÉS DE ESTE DESTIERRO, MUÉSTRANOS A JESÚS , FRUTO BENDITO DE TU VIENTRE

Cuando esta vida pase para cada uno en particular, vamos a tener el lujo de ver la Cara de Jesús, fruto bendito de tu Vientre, te lo rogamos Madre llévanos al Cielo con tu Hijo ,El Padre y El Espíritu Santo, guíanos en hacer vidas buenas, con olor de Santidad, así al morir podamos ir al Paraíso Eterno. Gracias Madre por guiarnos al Cielo y no desampararnos nunca, ayudándonos  a evitar el pecado, consolándonos en nuestros dolores y llevarnos de la mano a Tu Hijo. Gracias Madre Querida

O CLEMENTÍSIMA, OH PIADOSA, OH DULCE VIRGEN MARÍA, RUEGA POR NOSOTROS SANTA MADRE DE DIOS

Si por favor, ruega por nosotros, ora por nosotros, reza por nosotros ante Tu Padre Dios, por favor Madre Buena , para que cuando muramos vayamos al Cielo, que con tu ayuda saltemos el Purgatorio, donde hay mucho sufrimiento, porque no ven la faz de Dios, y Tú caminas por el Purgatorio dando alivio a las almas allí reunidas, pero, por favor haznos saltar el Purgatorio y llévanos con tu Padre Dios, Tú Hijo Jesús y Tú esposo el Espíritu Santo. Mil gracias Madre Querida, por hacernos este favor, mil gracias.

PARA QUE SEAMOS DIGNOS DE ALCANZAR LAS PROMESAS Y GRACIAS DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO

Haznos dignos hijos de Tú Padre Dios, recuérdanos siempre sus enseñanzas en los Evangelios y el Magisterio de la Iglesia para que así lleguemos a la Santidad. Que perdonemos cuando nos enojamos, o se nos ríen o no nos tienen en cuenta, ayúdanos a amar al enemigo, a visitar a los que están en la cárcel, a alimentar a quiénes sufren hambre, a vestir a quién no tiene dinero para comprarse ropa, a dar un vaso de agua al sediento. A amar, reverenciar y alabar a Dios Nuestro Señor y por su intermedio salvar nuestra alma inmortal. Ayúdanos a todo esto Madre de Dios ya que como dijimos eres el Puente que nos une a Nuestro Querido Dios.




ADRIÁN PRUNOTTO

.