CONJURACIÓN DE LOS
SUMOS SACERDOTES CONTRA JESÚS
Ahora
bien, faltaban dos días para la
Pascua y los Sumos Sacerdotes y los escribas buscaban, cómo
agarrar a Jesús y matarlo, pero temían del pueblo, que hubiera un tumulto.
Caifás, que era el Sumo Sacerdote aquél año profetizó “ es mejor que uno solo
muera por la nación y nó el pueblo por él”, así daba a entender que Jesús no
sólo moriría por Israel, sino por el mundo entero
Estando
Tú Señor cenando en casa de Simón, el leproso, que había sido curado de su
enfermedad por Tí, vino una mujer pecadora con un frasco de Alabastro, que
contenía Nardo puro y comenzó a besar sus pies y llorando tan profusamente que
podía lavar Tus pies Señor con su llanto y luego abrió el perfume y te ungió
los pies con él, Judas dijo, que derroche hubiera sido mejor venderlo y dar la
plata a los pobres, pero Jesús, Tú le contestaste a los pobres los tienen
siempre con ustedes, en cambio a Mí no me tendrán siempre, no la juzguen porque
lo que ella hace será contado durante toda la historia, ella me ungió para la
sepultura.
TRAICIÓN DE JUDAS
Al
comer el pan que le habías dado Tú Jesús, entró Satanás en su cuerpo y salió
corriendo a buscar a los Escribas y Fariseos y les preguntó ¿Cuánto me dan , si
les entrego a Jesús, llamado también el Mesías? Treinta denarios( que era el
precio con que se liberaba un esclavo) Desde ese momento Judas buscaba el
momento para entregarlo, donde no hubiera gente.
PREPARACIÓN DE LA PASCUA
Los
discípulos te dijeron Señor, donde quieres que preparemos la pascua y Tú
mandaste a dos de tus discípulos y les dijiste bajen a la ciudad y allí
encontrarán un hombre con baldes de agua síganlo en la casa que entre ese
hombre, entren también ustedes y hablen con el dueño y díganle, el Señor quiere
pasar la pascua con sus discípulos y él les mostrará una sala en la parte de
arriba y allí nos acomodaremos.
Una
vez cumplido todo esto, fueron todos a la sala de arriba y allí Tú Jesús te
estremeciste y poniendo una toalla en tu
cintura, comenzaste a lavarles los pies a tus discípulos, al llegar a Pedro,
éste dijo, no Señor, Tú no me vas a lavar los pies a mí, sino te lavo los pies
no podrás seguirme a mi Reino, dijiste Tú Señor, entonces Pedro dijo, lávame
los pies, la cabeza, las manos, no sabes lo que dices dijiste Tú Jesús. Luego
Tú dijiste, hice el trabajo de un esclavo, yo siendo su Maestro, desde ahora
lávense los pies unos a otros, así cómo Yo lo he hecho.
Cómo
he deseado comer esta Pascua con ustedes antes de sufrir, después alzó la copa
y dijo: Este vino es mi Sangre que será derramada por todos ustedes., hagan
esto en conmemoración mía, ya no volveré a probar del fruto de la vid hasta que
venga glorificado del Cielo. Del mismo modo tomó pan y lo repartió entre todo,
y les dijo: Coman esta es mi cuerpo, que será entregado por ustedes hasta el
último sufrimiento, hagan esto en conmemoración mía.
ANUNCIO DE LA GLORIFICACIÓN DE
CRISTO
Cuando
salió Jesús, dijo ahora ha sido glorificado el Hijo del Hombre y Tú también
padre has sido glorificado en El.
Ahora
les doy un nuevo mandamiento que se amen unos a otros, como Yo los he amado. En
esto reconocerán que son mis discípulos, en que se tienen Amor unos por otros.
Los
que dominan las naciones, las pisotean y subyugan no debe ser lo mismo entre
ustedes, el que quiera ser el primero que sea el último. Así como el Hijo del
Hombre no vino a ser servido sino a servir
LAS NEGACIONES DE
PEDRO
Jesús
dijo que todos lo abandonarían y escaparían cuando lo arresten, entonces Pedro
dijo yo doy mi vida por Ti y te defenderé hasta el final y Tú Jesús le dijiste
ante que cante el gallo dos veces , tu me habrás negado tres, Pedro se quedó
mudo y muy angustiado.
Tú
Jesús fuiste al Monte de los Olivos, también llamado Getsemaní a orar, y les
dices siéntense aquí, y llevaste a Pedro, Santiago y Juan, comenzaste a
llenarse de temor y angustia y les dijo –Siento en mi alma una tristeza de
muerte. Quédense aquí y permanezcan despiertos, Jesús se adelantó un poco y
rogaba que si era posible, no tuviera que pasar por aquella hora y decía: Abbá
o sea papi, si es posible pasa de mi esta copa, pero que no se haga mi voluntad
sino la Tuya-
Volvió
adonde estaba Pedro y le dijo Simón, duermes, no has podido velar ni siquiera
una hora, manténganse en oración, porque el espíritu es animoso y la carne es
débil, oren para no caer en Tentación y se alejó de nuevo a orar repitiendo las
mismas palabras, y su ataque de pánico era tan intenso y su crisis de angustia
tan profunda, que transpiraba sangre y un Angel del Señor se le apareció para
consolarlo.
Al
volver otra vez los encontró dormidos, porque no podían resistir el sueño y no
sabían que decirle, ahora pueden dormir y descansar, dijiste Tú Jesús, pues los
que me buscan ya están aquí.
EL PRENDIMIENTO DE
JESÚS
Llegó
Judas, el traidor, con un gran grupo de gente y les había dicho – aquél a quién
de un beso, arréstenlo y diciendo ¡Maestro, Maestro! Le dio un beso allí mismo
y Jesús le pregunta ¿Con un beso entregas al Hijo del Hombre?, en ese momento
lo arrestaron y un seguidor de Jesús, le cortó la oreja con una espada a un
servidor del Sumo Sacerdote, llamado Malco, pero Jesús, Tú siempre haciendo el
Bien, la agarraste y se la pegaste y dijiste- El que a hierro mata, a hierro
muere-. Y luego dijiste, porque no me arrestaron en el Templo o en alguna
Sinagoga y vienen ahora con antorchas a mitad de la noche a prenderme, sí,
hasta en esto había de cumplirse la Escritura.
Y todos los que estaban con Jesús, lo abandonaron y huyeron,
hasta un jóven que estaba con una sábana, la soltó y se escapó desnudo.
JESÚS ANTE CAIFÁS
Llevaron
a Jesús ante el Sumo Sacerdote, y también estaban los escribas y maestros de la
Ley. Pedro lo siguió y estaba afuera con
los guardias, calentándose en un fueguito porque hacía frío. Los Sumos
Sacerdotes y los del Consejo Supremo, buscaban algún testimonio para condenar a
muerte a Jesús , pero no lo encontraban. Varios se presentaron con falsas
acusaciones ante él, pero no se ponían de acuerdo. Algunos llegaron diciendo,
Este dijo destruyan al Templo y yo en tres días lo volveré a edificar, pero ni
siquiera éstos estaban de acuerdo con lo que decían. Entonces el Sumo Sacerdote
pasó adelante e interrogó a Jesús, no dices nada contra todas estas acusaciones
en contra Tuya. Pero El guardaba
silencio y no habría la boca. Ahora el Sumo Sacerdote, cambia el tono de la
interrogación y pregunta ¿Eres Tú el Mesías el Hijo de Dios Bendito?. Yo Soy,
contestó Jesús y un día verán al Hijo de Dios sentado a la Derecha de Dios viniendo
sobre nubes .Entonces el Sumo Sacerdote horrorizado, rasgó sus vestiduras y
dijo-¡Escucharon! Blasfemia, merece la muerte dijeron los que estaban allí. Y
los guardias comenzaron a darle bofetadas, algunas tan fuertes, que salen en la Sábana Santa , le metieron un
palo por el orificio derecho de la nariz, traspasaron el tabique y llegaron al
otro orificio, con gran profusión de sangre y se le hinchó toda la cara.
PEDRO NIEGA A JESÚS
Mientras
estaba Pedro afuera, salió un sirviente del Sumo Sacerdote y mirándolo fijamente
le dijo- tú eres un nazareno un seguidor de El, Pedro respondió: No lo conozco,
no sé de que me hablas. Pero lo vio la sirvienta que estaba con ellos en el
fuego y le dijo tu eres uno de ellos, Pedro lo volvió a negar, en ese momento
cantó el gallo por primera vez. Es evidente, le dijeron otros que lo vieron,
que eres galileo, eres uno de ellos y Pedro se puso a maldecir y jurar que no
lo era. En ese momento se escuchó el segundo canto del gallo. Y Pedro recordó
las palabras de Jesús, antes de que el gallo cante dos veces, tú me habrás
negado tres. Y se puso a llorar desconsoladamente.
JESÚS ANTE PILATO
Muy
temprano, se reunió el Sanedrín y después de atar a Jesús, lo llevaron y entregaron
a Pilato. Este le preguntó , eres Tú el Rey de los judíos,- Así es, como tú lo
dices, respondió Jesús. Cómo los jefes de los Sacerdotes lo acusaban de muchas
cosas, Pilato le dice ¿No contestas nada? Mira de cuantas cosas te acusan. Tú
mi Jesús, no respondiste más, de manera que Pilato, no sabía que pensar.
Cada
año, en ocasión de la Pascua ,
Pilato solía liberar un preso a elección del Pueblo. Había uno llamado
Barrabás, que habia sido arrestado con otros por cometer un asesinato en un
motín. Y Pilato te sacó a Ti Jesús y a Barrabás y le dijo a la gente,¿ quieren
que les deje libre al Rey de los Judíos? Pues Pilato sabía, que los jefes de
los Sacerdotes lo entregaban a Jesús por una cuestión de rivalidad. Pero los
sumos sacerdotes incitaron a la gente a que pidiera la libertad de Barrabás.
Pilato entonces les preguntó ¿Qué voy a hacer con Este , al que ustedes llaman,
el Rey de los Judíos? Le dijeron Crucifícalo ¿Pero qué mal ha hecho? Y gritaron
con más fuerza ¡Crucifícalo! Entonces Pilato, dejó en libertad a Barrabás y
mandó que Tú mi querido Jesús, fueras flagelado, con todo lo que esto
significaba y luego a llevar el patíbulo o sea la parte horizontal de la Cruz en sus hombros. Vamos a
hacer un alto para hablar de la flagelación, fue brutalmente satánica, le
dieron más de treinta y nueve latigazos, que era lo que permitía la ley Romana,
porque si se pasaban de cuarenta eran castigados, por lo tanto daban treinta y
nueve cómo máximo y a Ti Jesús, te dieron muchos más y con flagelums que eran
unos tipos de látigos, que tenían en la punta tres trenzas y en la punta de
cada una de ellas tenían un huesito o una piedra, que se agarraba a la carne y
la destrozaba toda y a ti que te pegaron en todo el Cuerpo, menos en el pecho,
te hiciste las necesidades fisiológicas encima, fue una tortura atroz .
Después
de todo esto se siguieron ensañando contigo Jesús, te hicieron un casco de
espinas, que no era una corona sino un casco, que se te clavó en toda tu cabeza
y los soldados te hacían burla y te pegaban con una caña en el casco para que
se te clavaran más las espinas, te pusieron una capa roja y se te reían.
y te decían ¡Viva el Rey de los judíos ¡ Luego te sacaron la capa roja y
te pusieron tus vestiduras.
Sacaron
a Jesús con el patíbulo a cuestas, de unos sesenta kilos y viendo que Jesús
estaba muy debilitado por la flagelación, obligaron a un Hombre de Cirene el Padre de Alejandro y de Rufo
llamado Simón, a llevar la Cruz Tuya
Mi Señor. Lo llevaron al patíbulo a un lugar llamado Calvario o Gólgota, allí te
crucificaron mi Jesús y echaron a suerte tus vestiduras, pusieron una
inscripción sobre la Cruz ,
Jesús de Nazareth, Rey de los Judíos, los Judíos fueron a quejarse a Pilato,
pero este dijo, lo escrito, escrito está, a tu derecha y a tu izquierda
pusieron un malhechor a cada lado el de la derecha Te tenía respeto se llamaba
Dimas, y te dijo- acuérdate de mí cuando entres a Tu Reino, a lo que Tu
respondiste yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el Paraíso.
Al
ver a su Madre y al discípulo Juan a sus pies les dijo -Mujer ahí tienes a tu
Hijo- y después -hijo ahí tienes a Tu Madre- y desde ese momento él se la llevó
a vivir a su casa. Los que pasaban se le burlaban y le decían , sálvate a ti
mismo y baja de la Cruz ,
y otras sandeces.
Llegado
el mediodía la oscuridad cubrió toda la Tierra hasta las tres de la tarde, Jesús estando
en lo más hondo de su tristeza y su sufrimiento, de su angustia y sus ataques
de pánico, gritó “Eloí, Eloí, Lama Sabactaní” “¡Dios mío, Dios mío, porque me
has abandonado!”y después dijo “Todo está consumado” y luego dio un fuerte
grito “¡Padre en tus manos encomiendo mi Espíritu!” y falleciste Mi Señor y Mi
Dios, aquí hay que hacer una pausa y acompañarlo a Jesús con alguna oración o
jaculatoria ¡El Creador del Mundo fue asesinado por nosotros! ¿Que acaso no nos
damos cuenta del salto ontológico que estamos dando? ¡Nuestra raza la humana
dio Muerte con insultos y torturas a nada más y nada menos que a
Dios!¡Imposible de Creer!¡Que culpa que llevamos dentro y no nos damos cuenta!
Le pidamos al Divino Jesús de la Misericordia el perdón y la paz. Y a María
Nuestra Madre que nos acompañe en nuestro camino tras la huella de Cristo, su
Hijo.
En
seguida la cortina que cerraba el Santuario del Templo, se rasgó en dos partes,
vino un fuerte terremoto, que hasta el Centurión que estaba apostado
custodiando todo dijo ”Verdaderamente
Este era Hijo de Dios”. También había algunas mujeres que habían subido
de Jerusalén, entre ellas estaban, María Magdalena, María la madre de José,
María la Madre
de Santiago el menor y varias otras.
Era
la víspera del Sábado y José de Arimatea fue a pedir el Cuerpo Tuyo Mi Señor a
Poncio Pilato, José era miembro del Consejo Supremo y tomó coraje y lo hizo.
Pilato se asombró que Tú te hubieras muerto tan pronto y mandó a buscar al
Centurión para preguntarle. Después de escuchar al Centurión le dio el cuerpo a
José de Arimatea. José lo descolgó de la Cruz y Te envolvió en una sábana que había
comprado, lo colocó en un sepulcro escavado en la roca e hizo rodar una piedra
pesadísima, que selló la sepultura, a todo esto María su Madre, pudo tener el
cuerpo en su regazo y acariciarlo y llorarlo, y por supuesto también estuvo
cuando lo pusieron en el sepulcro, le lavó la frente y le dio un beso y lloró,
pero era la única que tenía la certeza de su Resurrección Gloriosa, certeza que
no tenía María Magdalena ni las otras Marías, ni los discípulos tuyos Mi Señor.
Resurrección
de Jesús
El
Domingo siguiente siendo de madrugada, Jesús, se aparece a su Mamá, fue la
primera aparición del Señor y como no pudo ser de otra forma, fue a su Madre
que era la única que tenía la fe intacta. Cómo se habrán dado de besos, gritar,
abrazarse, cantar, todo era júbilo en la casa de Juan, pero éste no estaba ni
enterado de lo que pasaba porque tenía un sueño pesado. Jesús y María los amo y
festejo con Ustedes tan magno encuentro.¡¡Alegría, alegría, Jesús Resucitó como
lo había dicho!!
ADRIÁN PRUNOTTO
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